¿Qué destino aguarda a quienes huyen desesperados de Afganistán?
Miles de personas se transforman en nuevos migrantes tras el vuelco político que se produjo el domingo último en ese país de Asia Central.
¿A dónde van los afganos? Es la pregunta que cabe cuando se ven las imágenes de desesperación en el Aeropuerto de Kabul, única y última salida para miles de personas que observan con horror el ascenso al poder del grupo Talibán.
Varios países han anunciado que acogerán a aquellos que huyen, pero como en todos los casos de migración, las dudas sobre los procesos de refugio crecen en la medida en que se acerca la fecha para la salida de las tropas estadounidenses del país asiático.
El temor aumenta día a día tanto dentro como afuera de Afganistán por el regreso del régimen Talibán, remarcan los medios informativos internacionales.
Tras dos décadas de trabajo conjunto o simpatía hacía la ocupación occidental del país, ahora son muchos los que temen represalias, a pesar de la "amnistía" prometida, subraya el sitio France24.com en su análisis.
Países de la Unión Europea, naciones vecinas de Afganistán e incluso algunas naciones latinoamericanas han anunciado que recibirán a grupos de afganos que logren salir de su país.
Las potencias occidentales rescatan primero a su gente. Ciudadanos propios, afganos que trabajaron con sus tropas como intérpretes y otros servicios durante los 20 años de
intervención militar. Y, desde luego, a sus uniformados.
Los Estados Unidos informaron que ya han logrado evacuar a más de 5.200 personas. Y desde aquel país, los Estados Unidos se han comprometido a evacuar 22.000 afganos a través del programa Operación Refugio a Aliados. Hay otros 65.000 en carpeta de espera.
Pero Washington ha tenido que presionar a los talibanes, con quienes los comandantes estadounidenses están en comunicación frecuente, para que dejen un corredor seguro con el fin de que sus nacionales y colaboradores afganos puedan alcanzar el aeropuerto de Kabul, insisten los medios.
En una carta difundida este 19 de agosto, 55 de los 100 senadores del Congreso de los Estados Unidos pidieron al presidente Joe Biden acelerar las solicitudes de visas especiales para afganos y sus familias y advirtieron que a medida que la situación en Afganistán se deteriora "estas personas enfrentan un mayor peligro a manos de los talibanes".
Por su parte, Canadá anunció esta semana que no reconocerá el Gobierno que formen los talibanes en Afganistán. El primer ministro en funciones del país, Justin Trudeau, anunció que concederá refugio a 20.000 afganos, entre periodistas, activistas y defensores de derechos humanos o miembros de minorías cuyas vidas estén en peligro.
El país norteamericano también está abierto a acoger a miles de traductores y otro personal, junto con sus familias, que han colaborado con las fuerzas militares y diplomáticos canadienses en el terreno.
Entre tanto, Reino Unido se comprometió a recibir a 20.000 refugiados afganos a lo largo de un período de cinco años y se espera que unos 5.000 lleguen antes de fin de año. Se les dará prioridad a quienes estén en más riesgo, los traductores que trabajaron con las tropas británicas, mujeres, menores de edad con sus padres y minorías, según se informó.
Hasta este miércoles, 2.052 afganos pisaron suelo británico "con total seguridad", como anunció el primer ministro Boris Johnson durante una sesión en la Cámara de los Comunes.
Este jueves, un avión militar procedente de Kabul llegó a París. Es el tercero desde que el país inició el lunes las evacuaciones con las que ha sacado de Afganistán hasta ahora a
unas 500 personas. Pero, desde el inicio de la ofensiva Talibán, cerca de 1.000 afganos han sido evacuados a la nación europea. Francia informa que se les ha proporcionado acompañamiento médico-psicológico y ayuda en el proceso de obtención de visados.
"Es un honor para Francia. Bienvenidos", tuiteó el presidente Emmanuel Macron con una imagen en la que se ve a refugiados afganos llegando a territorio francés.
En Alemania, la canciller Angela Merkel aseguró esta semana que intentarán evacuar a por lo menos 10.000 afganos, entre activistas humanitarios, abogados, personas en riesgo y aquellos que trabajaron con el contingente alemán en Afganistán. Ya viajaron 900.
"Por la noche pudimos evacuar de Afganistán a otras 211 personas necesitadas de protección. Un avión del Ejército trasladó a ciudadanos alemanes, locales y otras personas amenazadas de Kabul a Tashkent, con lo que la cifra de evacuados asciende a más de 900", dijo este jueves el Ministerio de Defensa alemán a través de su cuenta en Twitter.
España también se ha sumado a la acogida de refugiados. Este jueves aterrizó en el aeropuerto de Torrejón de Ardoz, en Madrid, el primer avión con ciudadanos españoles y afganos evacuados de Kabul.
El ministro español de Inclusión y Migraciones, José Luis Escrivá, dijo que el Ejecutivo prevé evacuar de Afganistán a cerca de 800 personas.
En la lista de países hospitalarios también figura América Latina.
Brasil anunció el miércoles que los afganos que quieran solicitar refugio podrán aprovechar el mecanismo simplificado que ha permitido a Brasil reconocer como refugiados, casi sin trámite, a unos 50.000 venezolanos. De esta manera, no tendrán que demostrar que sufren persecuciones políticas o religiosas en su país de origen.
El Gobierno mexicano también informó que ha empezado a tramitar las primeras solicitudes de refugio de ciudadanos afganos.
"Les informo que, con la activa participación de Guillermo Puente Ordorica, embajador de México en Irán, hemos iniciado el procesamiento de las primeras solicitudes de refugio de ciudadanos(as) afganos(as), especialmente de mujeres y niñas que lo han así solicitado", dijo el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, en su cuenta en Twitter.
Por su parte, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, se comprometió a recibir a diez familias afganas a través de un programa de la ONG Front Line Defenders.
La vicepresidenta de Costa Rica, Epsy Campbell, dijo que su país decidió "abrir sus fronteras" y anunció la creación de un "Frente humanitario para mujeres y niñas afganas".
Por el contrario, Turquía y Grecia se resisten a otra ola migratoria.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, advirtió que su país no está dispuesto a ser el "almacén de refugiados" del continente europeo.