Unos 40.000 trabajadores ferroviarios del Reino Unido se declararon en huelga durante tres días esta semana: este martes, el jueves y el sábado; por lo que la mayor parte de la red ferroviaria del país se verá interrumpida, así como los servicios del metro de Londres.

El Sindicato Ferroviario, Marítimo y de Transportes calificó de "inaceptable" la última oferta de la patronal y afirmó que "la huelga prevista para esta semana seguirá adelante". Los sindicalistas no descartaron organizar otras medidas en los próximos meses si no concretan un acuerdo sobre salarios y condiciones de trabajo con la gestora pública de la infraestructura Network Rail y los operadores privados de las líneas.

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El secretario general, Mick Lynch, dijo que las empresas ferroviarias habían "propuesto unas tarifas salariales que están muy por debajo de las tasas de inflación pertinentes, y que se suman a las congelaciones de los últimos años".

Por su parte, el secretario de transporte, Grant Shapps, dijo que la huelga causaría "una interrupción masiva", con sólo un 20% de los servicios capaces de operar.  Según él, la responsabilidad de la huelga es de los sindicatos, de los que dijo que se resisten a los cambios tan necesarios para hacer que los ferrocarriles sean "aptos para el mundo post-Covid-19".

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 "Esta huelga no tiene que ver con los salarios. Se trata de que los sindicatos anticuados se oponen al progreso", reaccionó Shapps a los legisladores. 

El Partido Laborista critica al actual Gobierno conservador por socavar las negociaciones al no brindar más margen de maniobra a la gestora y el  Ejecutivo rechaza implicarse en la disputa con el argumento de que "crearía aún más confusión".

Intervino el primer ministro

Para el primer ministro británico, Boris Johnson, "las huelgas son incorrectas e innecesarias". 

"El gobierno del Reino Unido apoyó a la industria ferroviaria por una suma de 16 000 millones de libras esterlinas. Mantuvimos nuestros ferrocarriles en funcionamiento y con razón también. Apoyamos a los trabajadores ferroviarios y sus familias. Apoyamos a toda la industria. Le costó a cada familia en este país miles de miles de libras para hacer eso", consideró el politico conservador.

Repercusión mundial

Esa huelga encontró en Sputnik, un medio ruso, un canal de comunicación masiva muy interesado por difundirla.

Destacó el mencionado medio los grandes congestionamientos que se produjeron en Londres y el impacto del precio del combustible dentro del Reino Unido, que alcanzó un nuevo récord.

Asimismo, mostró videos virales, con las estaciones Birmingham New Street y Leeds completamente desiertas, así como los carriles para bicicletas atestados.

La huelga tuvo fuerte impacto también en Escocia, en tanto que fue apoyada por el Partido Socialista en Escocia e Inglaterra, completan las informaciones.