Para la Justicia, detrás de los 30 trapitos que son investigados tras los 10 recitales que realizó Coldplay en el estadio de River Plate hay una asociación ilícita, con múltiples delitos incluidos y un negocio montado.

Si bien la investigación se encara sobre esas 30 personas detectadas durante los recitales de Coldplay, la Fiscalía de eventos masivos de la Ciudad a cargo de Celsa Ramirez hizo un relajamiento de más de 600 causas distintas.

El descubrimiento es que detrás de esos trapitos hay una coordinación, una asociación de carácter ilícita que va rotando la actividad de esas personas por distintos barrios de la Capital Federal.

La Fiscalía ya solicitó la prisión preventiva de muchos “trapitos” pero le fue rechazada por distintos jueces. A tal punto que muchos que fueron detenidos en flagrancia, salieron a las pocas horas y se los detectó otra vez en la calle “trabajando” con los automovilistas que buscan un lugar en la calle para dejar su vehículo.

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Las pruebas con las que cuenta la Fiscalía no sólo son la declaración de los damnificados sino que también hay cámaras de seguridad especialmente ubicadas en zonas calientes que muestran toda la actividad ilegal de los “trapitos”.

La otra sospecha es que los trapitos actúan con connivencia de la autoridad policial, lo cual también es materia de investigación.

Más allá de la actividad ilegal en sí, los delitos investigados van desde daños que han ocasionado los trapitos a los conductores que no aceptan la tarifa que ellos les imponen, y también la extorsión que sufrieron para pagar: en algunos casos se detectó que las exigencias para poder estacionar en la calle llegó hasta los 6 mil pesos. 

Hasta hubieron jornada en donde fueron detenidos más de una docena de trapitos pero lo que ocurre es que se los libera de forma inmediata, y al salir vuelven a incurrir en la ilegalidad.