Serían cinco las Leyes más Poderosas que se reconocen como las que moldean muestro mundo: la Ley de Murphy, de Gilbert, de Falkland, de Wilson y de Kindlin, que se destacan por su aplicabilidad universal y profundo impacto. 

La de Murphy es por lejos la más popular, pero las cinco pueden servir como guía para enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades en este competitivo mundo.

Trascienden culturas, industrias y experiencias individuales, proporcionando marcos para la toma de decisiones, la resolución de problemas y el éxito. 

1. La Ley de Murphy: “Entre más temes que algo pase, es más probable que pasará” ¿Quién no ha escuchado alguna vez la famosa frase “Si algo puede salir mal, saldrá mal”? 

2. La Ley de Kidlin: “Si escribes un problema de la manera más clara y completa, ya tienes el 50% de este resuelto”. La comunicación efectiva es clave. A menudo, las personas se sienten atrapadas, frustradas y confundidas, desperdiciando tiempo y energía en soluciones que no funcionan. Kidlin es un personaje ficticio de la novela King Rat escrita por James Clavell. 

3. Ley de William Gilbert: La transformación comienza con responsabilidad. "Cuando asumes una tarea, encontrar la mejor manera de lograr el resultado deseado es tu responsabilidad." El cambio comienza desde el liderazgo, pero prospera con la participación de todos.

4. La Ley Wilson: “Si le das prioridad al conocimiento y a la inteligencia, el dinero seguirá llegando”. Mantenerse actualizado y buscar constantemente conocimientos nuevos es esencial para prosperar. Invertir en el aprendizaje y la mejora constante es una estrategia inteligente que a largo plazo se traducirá en éxito financiero.

5. La Ley de Falkland Law gira en torno a la paciencia en la toma de decisiones racionales e informadas. Por no hablar de que la paciencia también beneficia nuestra salud mental y física. Las personas pacientes tienden a experimentar menos estrés, ansiedad y depresión, y tienen un mejor sistema inmunológico y cardiovascular.

La más popular

La ley de Murphy es la que más se popularizó: establece un principio de que todo lo que pueda salir mal, saldrá mal, refiriéndose a la tendencia de los eventos negativos a ocurrir en el peor momento posible y de forma inesperada. 

Otros ejemplos célebres que dio en esa dirección son: 

  • La tostada siempre cae del lado de la mantequilla.
  • La información crucial de un mapa o plano está siempre en el doblez o en el borde.
  • Los calcetines entran en pares a la lavadora y salen siempre de uno en uno. 

El ingeniero aeroespacial Edward Murphy tenía 31 años el día de la década de 1940 en el que pronunció la frase que, con algún “teléfono descompuesto” de por medio, llegaría a convertirse en una especie de ley.

La anécdota que dio origen a la ley de Murphy cuenta que exclamó “Si él tiene la menor posibilidad de cometer un error, lo hará” ante un trabajo defectuoso de un asistente.  

Suele formularse de la siguiente manera: “Si algo puede salir mal, saldrá mal”.