Crimen de Fernando Báez Sosa: una sala desbordada con la presencia de familiares de la víctima y de los imputados
Es la sala de los tribunales de Dolores más grande, que albergará durante un mes a los ocho rugbiers acusados del asesinato.
En la misma sala donde se juzgó hace muchísimos años el crimen del fotógrafo José Luis Cabezas, se dio inicio al juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa: muy poco espacio donde coinciden los imputados, sus familiares, el de la víctima y muchísima prensa acreditada.
En la sala de audiencias ubicada en el primer piso de los tribunales de Dolores, los ocho acusados estuvieron a un lado de la sala, junto a su letrado Hugo Tomei,y en frente lo están el fiscal Juan Manuel Dávila y la querella, representada por Fernando Burlando y Fabián Améndola junto a otro grupo de letrados.
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En el público se distribuyó a un lado en las gradas a familiares de Fernando y sus amigos, quienes también fueron golpeados en el ataque que protagonizó el grupo de rugbiers, y al otro lado el de los acusados en su mayoría las madres y hermanos de algunos de los implicados.
El recuerdo de Cabezas estuvo siempre presente no sólo por el lugar físico en el que se juzgó a los asesinos sino también porque la presidenta del Tribunal, Claudia Castillo, fue la fiscal que llevó la acusación en ese otro caso emblemático para la Ciudad.