El segundo ataque con misiles de Rusia contra Kiev esta semana hirió al menos a 53 personas, dañando viviendas y un hospital infantil, informaron funcionarios ucranianos el miércoles, mientras el presidente Volodímir Zelenski 
suplicaba en Washington más ayuda para su país.

  Las ventanas de los bloques de viviendas volaron y los 
residentes asustados salieron a la calle para evaluar los daños. 

  Los restos de los misiles abrieron un gran cráter en el suelo y destruyeron los automóviles estacionados.

  Los sistemas de defensa aérea de Ucrania derribaron los 10 
misiles balísticos que apuntaban a la capital alrededor de las 3 
am (0100 GMT), informó la Fuerza Aérea de Ucrania 
en la aplicación Telegram.

  "Ayer mismo, el presidente (estadounidense) (Joe) Biden y yo acordamos trabajar para aumentar el número de sistemas de defensa aérea en Ucrania. El Estado terrorista demostró lo importante que es esta decisión", escribió Zelenski en Telegram, refiriéndose a Rusia.
 

La caída de escombros causó heridos y destrucción en cuatro 
de los distritos de Kiev a lo largo del río Dnipro, que atraviesa 
la capital, dijeron las autoridades.

  Según la administración militar de la ciudad, 35 edificios 
resultaron dañados.

  La policía nacional de Ucrania comunicó que 53 personas, 
incluidos seis niños, resultaron heridas en el ataque, destacó la 
agencia de noticias Reuters.

  Entretanto, 18 personas fueron hospitalizadas, informó en una publicación en las redes sociales.

  El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania identificó los proyectiles como misiles balísticos Iskander-M, así como S-400: misiles extremadamente rápidos destinados a la defensa aérea, pero que también se han utilizado para alcanzar objetivos terrestres.


Extracto y adaptación de un artículo firmado por Sergiy Karazy y Valentyn Ogirenko para la agencia de noticias Reuters