Los candidatos a la nominación presidencial republicana que intentan impedir que Donald Trump sea el aspirante del partido a la Casa Blanca se desplazan a Nuevo Hampshire, una semana antes de su contienda de nominación, después de que el ex presidente obtenga un triunfo récord en Iowa.

Trump consiguió más de la mitad de los votos en la contienda de Iowa, lo que le impulsa hacia lo que parece que será una reñida y enconada campaña electoral frente el demócrata Biden.

Ambos competidores tienen políticas drásticamente diferentes en una serie de cuestiones clave, desde las relaciones con los aliados de la OTAN en el extranjero hasta las políticas económicas y fiscales, el derecho al aborto y la inmigración.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis terminó muy por detrás de Trump en segundo lugar en Iowa, superando a la exembajadora ante la ONU Nikki Haley que terminó tercera.

Haley, que habló tiempo atrás de la forma en que los votantes de Nuevo Hampshire pueden "corregir" el resultado de Iowa, aparece segundo después de Trump en las encuestas realizadas en el estado, con DeSantis muy por detrás.

"Subestímenme, porque eso siempre es divertido. Los quiero Iowa, pero vamos a Nuevo Hampshire", pronunció Haley a sus partidarios.

El estado del noreste es bien conocido por su republicanismo relativamente moderado y de mentalidad más liberal.

Además, las primarias en Nuevo Hampshire son "semiabiertas", lo que significa que pueden participar votantes que no estén inscritos en ningún partido, lo que puede premiar a candidatos percibidos como centristas.

Tratando de sacar ventaja, Haley hizo mucha campaña en Nuevo Hampshire, mientras que DeSantis apostó fuerte por Iowa.

Trump es el único presidente o expresidente de Estados Unidos que fue acusado de actividades delictivas, pero ganaba por un margen sin precedentes en una contienda republicana en Iowa, reforzando su argumento de que su nominación es una conclusión inevitable dada su enorme ventaja en las encuestas nacionales.

El ex mandatario consiguió el 51% de apoyo, mientras que, DeSantis obtuvo el 21% y Haley el 19%, con el 99% del voto esperado escrutado, según informó Edison Research. Ese número superó con creces el récord anterior de 12,8 puntos porcentuales de Bob Dole en 1988.

Trump se muestra confiado en acelerar el proceso de selección republicano, que suele durar meses, con una serie de triunfos sobresalientes en las primarias iniciales para generar la salida de sus rivales.

(Con información de la agencia Reuters)