Hamás redobla la apuesta de negociaciones de tregua en Gaza
Instó a los palestinos a marchar a la mesquita de AI Aqsa
Hamás instó a los palestinos este miércoles a marchar hacia la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén al comienzo del Ramadán el mes próximo. De esta manera elevarían la apuesta en las negociaciones para una tregua en Gaza, que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, espera que esté en marcha para entonces.
El llamado del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, siguió a los comentarios de Biden, difundidos el martes, que indicaron que existe un principio de acuerdo para un alto el fuego entre Israel y Hamás durante el Ramadán, mientras se liberan los rehenes en poder de los militantes.
Biden dijo que esperaba que el acuerdo pudiera ultimarse antes del 4 de marzo. Además, permitiría la entrada de más ayuda en el debastado territorio palestino y la liberación de prisioneros. Se espera que el mes sagrado musulmán del Ramadán comience la noche del 10 de marzo.
Israel y Hamás le restaron importancia a las perspectivas de una tregua y los mediadores qataríes han afirmado que las cuestiones más polémicas siguen sin resolverse.
Israel permitirá las oraciones del Ramadán en la mezquita de Al Aqsa de Jerusalén, pero fijará límites en función de las necesidades de seguridad al preparar el escenario para posibles enfrentamientos si acuden multitudes de palestinos y la violencia en Gaza continúa.
"Este es un llamado a nuestro pueblo de Jerusalén y Cisjordania para que marche a Al-Aqsa desde el primer día del Ramadán", dijo Haniyeh, que describió la incursión de Hamás en Israel el 7 de octubre como una medida para poner fin a los ataques israelíes contra territorios y lugares palestinos.
En un discurso televisado, afirmó que Hamás muestra flexibilidad en las negociaciones con Israel, pero continúa dispuesto a seguir en lucha. Israel afirmó que cualquier acuerdo con Hamás requerirá que el grupo abandone sus "demandas extravagantes".
Hamás evalúa realizar una propuesta -aceptada por Israel en conversaciones con mediadores en París la semana pasada- para un alto el fuego de 40 días, que sería la primera tregua prolongada de los cinco meses de guerra. Las delegaciones de ambas partes se encuentran esta semana en Qatar ultimando los detalles.
Una fuente de alto rango cercana a las conversaciones afirmó que, según el acuerdo, las tropas israelíes se retirarían de las zonas pobladas. Sin embargo, no parece satisfacer la exigencia de Hamás de un fin permanente de la guerra y de la retirada israelí, ni resolver el destino de los israelíes en edad de combatir que se encuentran retenidos por Hamás.
HANIYEH PIDE MÁS APOYO.
Haniyeh también pidió al autodenominado Eje de la Resistencia -un grupo de aliados de Irán formado por el Hezbolá libanés, los hutíes yemeníes y la Resistencia Islámica en Irak-, así como a los Estados árabes, que intensifiquen su apoyo a los palestinos de Gaza.
"Las naciones árabes e islámicas tienen el deber de tomar la iniciativa para terminar con la conspiración del hambre en Gaza", dijo Haniyeh, en referencia a lo que, según los palestinos, parece ser una política deliberada de Israel para negarles alimentos.
Israel afirma que su bloqueo de Gaza es esencial para destruir a Hamás, al que considera una amenaza existencial desde los ataques del 7 de octubre. Sin embargo, permite la entrada de suministros humanitarios y culpa a las agencias de ayuda de las carencias que, según ellas, provocaron una hambruna aguda.
El ejército israelí declaró el miércoles que había cooperado con Emiratos Árabes Unidos, Jordania, Egipto, Francia y Estados Unidos en un lanzamiento aéreo de ayuda alimentaria al sur de Gaza.
El número de muertos palestinos se acercaba el miércoles a los 30.000: 29.954, según los funcionarios sanitarios de Gaza, que afirman que muchos otros están enterrados bajo los escombros de edificios en ruinas en toda Gaza.
Con información de la Agencia Reuters