Las fuertes lluvias provocaron serios inconvenientes en las últimas horas en España y los Estados Unidos, según los reportes de la prensa internacional. En la nación europea se produjeron estragos materiales, pero en el país de América del Norte el fenómeno climático se cobra vidas humanas. Vehículos amontonados o caídos al mar arrastrados por el agua, enseres desperdigados y calles convertidas en verdaderos ríos caudalosos, es el saldo hispano.

El potente aguacero de este miércoles fue descrito como "muy excepcional" por el Servicio Meteorológico de Cataluña. Poblaciones como Alcanar, unos 200 kilómetros al sur de Barcelona, llegaron a registrar 212 litros por metro cuadrado en tres horas.

Un fuerte caudal de agua marrón irrumpió por las calles de varios municipios de la zona, describe el sitio France24.com Ese torrente arrasó todo lo que había a su paso e incluso obligó a las fuerzas de seguridad a rescatar a personas atrapadas dentro de sus  vehículos. Allí lograron evitar que se produjeran decesos.

"Parecía que se acababa el mundo", describió el alcalde de Alcanar, Joan Roig, en la radio Rac 1 y comentó que el pueblo se encontraba "devastado", por lo que solicitó ayuda para retirar el lodo que todavía anega sus calles. En la vecina Comunidad Valenciana (este), el aguacero dificultó aún más la salida a la calle de los gigantes monumentos de las Fallas, que se celebran estos días por primera vez desde que comenzó la pandemia de Covid-19.

La situación meteorológica continuará "complicada en amplias zonas del centro y este de la península" en las próximas horas, según informó el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Rubén del Campo. Subrayó que el cambio climático ha convertido estos fenómenos extremos en cada vez más frecuentes en España, especialmente en la zona mediterránea.

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Mientras tanto en los Estados Unidos, aunque el ciclón tropical no tiene la misma fuerza con la que golpeó a Louisiana a finales de agosto, las lluvias que ocasionó ya dejan carreteras bloqueadas y múltiples inundaciones, incluso en el metro neoyorquino. Los gobernadores de ambos territorios declararon el estado de emergencia, mientras que Ida continuaba su paso hacia el norte del país.

En Nueva York, siete personas murieron por las inundaciones, incluyendo un bebé de dos años; mientras que en el estado de Nueva Jersey se registraron dos fallecimientos. Las fuertes lluvias dejaron imágenes dantescas en la capital neoyorquina, con vías inundadas en barrios como Manhattan y el Bronx y zonas de Central Park Avenue. Se registraron vehículos sumergidos hasta las ventanas en las principales carreteras de la ciudad.

En el metro, el agua corría a cántaros. Las afectaciones fueron tales que el miércoles la Autoridad de Transporte Metropolitano suspendió todos los servicios del ‘subway’, mientras en las redes sociales se hacían virales videos en los que los usuarios mostraban cómo los pasajeros estaban parados sobre los asientos de los vagones llenos de agua o cómo la lluvia corría dentro de la línea ferroviaria.

En la mañana de este jueves, el servicio de metro en Nueva York estaba funcionando solo parcialmente entre las estaciones de Church Av. y  Bedford-Nostrand Avs., pero las demás líneas estaban parcialmente suspendidas, según las alertas oficiales del metro.

Al igual que en Nueva York, los medios locales de Nueva Jersey reportaron incidentes en los que las personas quedaron atrapadas en los  sótanos de sus casas por la cantidad de lluvia. Incluso, el agua cubrió el suelo del aeropuerto de Newark, la ciudad más poblada del estado. El paso de Ida también ha provocado algunos tornados en partes del norte del Atlántico medio y continúa su camino hacia otros estados  norteños como Maryland y Pensilvania. 

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A propósito del cambio climático

El mundo discute actualmente el concepto de cambio climático. Así, se producen "tormentas severas que un sector de la comunidad científica atribuye a tal fenómeno.

Ciclones, huracanes y tifones son el mismo fenómeno meteorológico, pero con distinto nombre según el lugar en el que se desarrollan. El cambio climático aumentó la temperatura de los océanos y eso incrementó incrementado el número de ciclones tropicales y la fuerza e intensidad de estos, según oxmargentina.org

Por otro lado, el cambio climático está haciendo que los huracanes sean más fuertes, más lentos y más húmedos. Ida fue un ejemplo de esto, plantea un informe de CNN en español.

El huracán Ida fue un excelente ejemplo de esos cambios y los científicos dicen que tormentas como esta se volverán más comunes en la medida en que el planeta se calienta.