Una investigación llevada a cabo por nueve científicos de universidades finlandesas, británicas y estadounidenses sobre la llamada "ecoansiedad", o ansiedad ecológica demostró que, en ambos hemisferios, la mayoría de los jóvenes de 16 a 25 años están angustiados por el cambio climático y las respuestas inadecuadas de los gobiernos.

Casi el 60% de los jóvenes encuestados están "muy" o "extremadamente" preocupados por el cambio climático, y más del 50% se sienten tristes, ansiosos, enfadados, impotentes y culpables, de acuerdo con los resultados de una encuesta en 10 países que publicó la revista The Lancet Planetary Health.

El pesimismo predomina en cuanto al futuro: tres cuartas partes de los jóvenes consultados piensan que el futuro es aterrador y más del 50% creen que la humanidad está condenada.

Como consecuencia, el 39% es reacio a tener hijos.

Si bien la ecoansiedad afecta a los países ya muy golpeados por los efectos del cambio climático, como en los países más pobres del hemisferio sur y en Portugal, donde los megaincendios van en aumento, también existe en los países que aún están bastante a salvo.

Las conclusiones se basan en una compulsa realizada entre mayo y junio por el Instituto Kantar entre 10.000 jóvenes de 16 a 25 años, en diez países: Australia, Brasil, Estados Unidos, Filipinas, Finlandia, Francia, India, Nigeria, Portugal, y Reino Unido.

Salud mental

El cambio climático, además de la multiplicación de catástrofes naturales y del aumento de refugiados que provoca, también afecta a la salud mental, especialmente entre las generaciones más jóvenes.

"Aunque sea dolorosa y angustiosa, la ansiedad climática es racional y no implica una enfermedad mental", afirman los autores. del trabajo.

El estudio señala que "la ansiedad relacionada con el clima implica muchas emociones: preocupación, miedo, ira, pena, desesperación, culpa y vergüenza, así como esperanza".

Se trata de "respuestas coherentes y saludables a las amenazas a las que nos enfrentamos, pero su intensidad y complejidad pueden experimentarse como un factor de estrés psicológico".

El 83% de los jóvenes encuestados pone de relieve que no se ha cuidado el planeta y muchos de ellos opinan que la respuesta de los gobiernos es inadecuada.

Los investigadores subrayan que para muchos jóvenes de todo el mundo, los gobiernos no reconocen ni responden a la crisis de forma coherente y urgente, o no responden a su alarma, y que esto se vive como una traición y un abandono, no sólo del individuo, sino de los jóvenes y de las futuras generaciones en general".