Corea del Sur informó que envió aviones de guerra en respuesta a 180 vuelos militares de Corea del Norte cerca de la frontera entre ambos el viernes, horas después de que Pyongyang disparó unas 80 rondas de artillería en protesta por los ejercicios militares conjuntos de Seúl con los Estados Unidos.

Se detectaron aviones norcoreanos en múltiples zonas al norte de la "línea de acción táctica", al norte de la Línea de Demarcación Militar entre ambos países, según el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur.

Los vuelos se realizaron entre las 11.00 hora local (0200 GMT) y las 15.00. La línea virtual está trazada al norte de la frontera militar (LDM) y se utiliza como base para las operaciones de defensa aérea de Corea del Sur, dijo un funcionario surcoreano.

Se negó a precisar la distancia, pero las noticias locales dijeron que era de entre unos 20 y 50 kilómetros de proximidad a la LDM.

Corea del Sur envió 80 aviones, incluyendo cazas furtivos F-35A, en respuesta, mientras que unos 240 aviones que participan en los ejercicios aéreos Vigilant Storm con los Estados Unidos continuaron con esas tareas, informó el ejército.

Un vuelo de 10 aviones de guerra norcoreanos realizó maniobras similares el mes pasado, lo que llevó a Corea del Sur a enviar los suyos.

El misil intercontinental fallido

Las maniobras del Norte se producen tras el disparo de más de 80 rondas de artillería durante la noche y el lanzamiento de múltiples misiles al mar el jueves, incluido un posible misil balístico intercontinental (ICBM) fallido.

Corea del Norte también disparó al menos 23 misiles el miércoles, un récord para un solo día.

Reunidos en Washington, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, y el ministro de Defensa surcoreano, Lee Jong-sup, se comprometieron a buscar nuevas medidas para demostrar la "determinación y capacidad" de la alianza tras las repetidas provocaciones norcoreanas, según un comunicado conjunto de ambos países.

Un funcionario de alto rango del Gobierno estadounidense recordó que, aunque Washington había dicho desde mayo que Corea del Norte se estaba preparando para reanudar las pruebas nucleares por primera vez desde 2017, no estaba claro cuándo podría realizarlas.

Estados Unidos cree que China y Rusia tienen influencia para persuadir a Corea del Norte de que no reanude las pruebas de bombas nucleares, insistió el funcionario ante la agencia de noticias Reuters.

La advertencia de Pyongyang 

Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Norte aseguró en un comunicado, difundido por la agencia de noticias KCNA, que la grave situación de seguridad fue "evidentemente causada por Estados Unidos y Corea del Sur" por organizar el mayor simulacro de ataque aéreo conjunto de la historia, al tiempo que advirtió a Washington de que no actuara "precipitadamente".

"Corea del Norte aclara una vez más que nunca tolerará ningún intento de las fuerzas hostiles de violar su soberanía e intereses de seguridad, sino que responderá con la más dura contrapartida hasta el final", indicó el vocero.

Asimismo, recordó que Pyonyang "ya ha advertido claramente que si Estados Unidos no desea que se produzca una situación grave que perjudique sus propios intereses de seguridad, debe detener de inmediato el provocativo simulacro aéreo combinado con Corea del Sur, Vigilant Storm", añadió.