El juicio político que aprobó la Cámara de Diputados de Chile contra el presidente Sebastián Piñera continuará su curso en el Senado, donde la oposición necesita dos tercios (29 votos sobre un total de 43) para destituir al mandatario.

En la trama política chilena actual, eso requiere convencer a cinco senadores del oficialismo, algo que parece muy poco probable. La oposición
cuenta allí con 24 escaños.

La acusación aprobada por Diputados se basa en la investigación periodística de los Pandora Papers, que reveló un conflicto de intereses en la venta de una mina por parte de la familia de Piñera.

Otra duda es si se tratará el caso en el Senado antes de las elecciones generales del domingo 21 de noviembre, algo que también aparece como improbable.

La iniciativa se había ingresado a la Cámara de Diputados en octubre pasado, cuando se formó una comisión revisora. 

Los 78 votos necesarios para que el trámite fuese aprobado y pase al Senado se lograron en Diputados tras 22 horas de una sesión que incluyó un discurso récord de 15 horas del diputado socialista Jaime Naranjo, una maniobra dilatoria para asegurar el voto de un legislador ausente, por cumplir una cuarentena por coronavirus que expiraba a medianoche.

La acusación de Diputados es suficiente para prohibirle a Piñera la salida del país, aunque lógicamente seguirá ejerciendo sus funciones.

Piñera estuvo involucrado en una serie de escándalos empresariales, aunque nunca fue condenado.

Quien fue el primer presidente de derecha después de 20 años de gobiernos de centroizquierda tras el retorno a la democracia, enfrenta un rechazo del 79% en las últimas encuestas.