La Cámara de Diputados de Chile fue escenario de un extenso discurso de 14 horas en el debate por la acusación constitucional contra el presidente Sebastián Piñera, en lo que constituyó un ardid para tener éxito y enjuiciarlo.

 La moción para destituir al Presidente fue presentada por un grupo de parlamentarios opositores a raíz de la implicación del mandatario en la investigación conocida como Pandora Papers. La impulsaron luego de que trascendiera la venta de la empresa minera Dominga, en 2010, por 152 millones de dólares, en una transacción efectuada en el paraíso fiscal de las Islas Vírgenes Británicas y a través de una empresa de los hijos de Piñera.

Pasadas las 0130 (hora de Chile), el diputado Jaime Naranjo, del Partido Socialista (PS) y encargado de presentar la acusación en la Cámara, finalizó su discurso de 14 horas, gracias a la lectura completa del libelo acusatorio, informó el portal RT en Español

Lo hizo con el propósito de ganar tiempo para que la sesión se extendiera hasta este martes, cuando podrán integrarse diputados que cumplen un aislamiento preventivo por haber estado en contacto estrecho con infectados de coronavirus.

La oposición necesita 78 votos, de un total de 155, para que la cámara baja apruebe el juicio político. Y su problema es que un diputado del Frente Amplio, Giorgio Jackson, no pudo asistir a la sesión por ser contacto estrecho del candidato presidencial Gabriel Boric, quien dio positivo la semana pasada.

"Hemos diseñado una estrategia que nos va a garantizar que vamos a obtener los votos para ganar la acusación", reconoció Naranjo antes de que la moción fuese llevada a discusión plenaria.

Él se mostró dispuesto a leer completo un escrito de 1.300 páginas, que le permitirían hablar 13 horas, según sus cálculos.

Jackson, por su parte, confirmó que sus exámenes dieron negativo y está en condiciones de sumarse al debate a partir de este martes. 

Entre tanto, los diputados Sebastián Torrealba y Catalina Del Real (Renovación Nacional) anunciaron que llevarán a Naranjo a la Comisión de Ética de la Cámara, al considerar como "un show" y una "vergüenza nacional" la estrategia adoptada por el parlamentario socialista.

Piñera enfrenta esta segunda acusación constitucional por la transacción comercial antes mencionada, celebrada nueve meses después de llegar al poder por primera vez.

En su defensa, el mandatario sostiene que se desvinculó de esos activos a través de fideicomisos ciegos en 2009, y que lo revelado en los papeles de Pandora ya fue investigado y resultó sobreseído en 2017.