Con sus manos en todas las palancas del poder en Rusia, Vladimir Putin no puede ser derrotado en una elección presidencial, aseguran los principales asesores del líder opositor encarcelado Alexei Navalny.

  Pero ven la campaña de 100 días como una oportunidad para exponer su vulnerabilidad en los temas que más importan a los rusos: la guerra en Ucrania y el estado de la economía.
 

  Putin declaró su candidatura para otro mandato de seis años el viernes y no hay ningún rival serio que lo desafíe, con Navalny cumpliendo más de 30 años en una colonia penal y otros críticos también encarcelados o en el exilio.

  Con el Kremlin en control total de los medios estatales y capaz de decidir quién puede y quién no, el bando de Navalny afirma que ésta no es una elección real. 

  Pero ve la ventana de campaña como una rara oportunidad para atraer a los rusos a una conversación política y convencerlos de que los principales problemas de Rusia son culpa de Putin.

  El asesor de Navalny, Leonid Volkov, indicó a la agencia de noticias Reuters que el objetivo de su campaña es cambiar la 
agenda política en Rusia.

  "Putin es vulnerable porque hoy no tiene respuestas a las 
preguntas que realmente preocupan a la gente. Estas son las 
cuestiones de una estrategia de salida de la guerra -cuándo y cómo debería terminar y cuándo regresarán los soldados a casa- y las cuestiones de la miseria, pobreza, corrupción, créditos financieros y todo lo demás", comentó.

  Pero el Kremlin asegura que Putin ganará otro mandato de seis años porque cuenta con un apoyo abrumador en toda la sociedad rusa, con índices de opinión en las encuestas de opinión de alrededor del 80%.

  Hasta el momento, sólo tres personas han declarado su intención de presentarse en su contra. 


  Dos son figuras de bajo perfil, Boris Nadezhdin y Yekaterina Duntsova, quienes pueden tener dificultades para reunir las 
300.000 firmas necesarias para apoyar sus candidaturas, según Reuters.

  El tercero, el nacionalista Igor Girkin, está en prisión en espera de juicio acusado de incitar a actividades extremistas.

 "No a Putin"

  Como la alineación aún no está clara, el bando de Navalny  
lanzó su campaña simplemente instando a los rusos a votar en 
contra del actual presidente.

  "No tenemos nuestro propio candidato. Teníamos un candidato, Navalny, y se negaron a registrarlo, intentaron matarlo y encarcelarlo. Ahora tenemos, por así decirlo, un candidato colectivo 'contra Putin'," expresó Lyubov Sobol, un colaborador cercano de Navalny quien, como Volkov, está en una lista oficial de "terroristas y extremistas" y ahora tiene su base fuera de Rusia.

  Los partidarios de Navalny lo presentan como una versión rusa del Nelson Mandela de Sudáfrica que algún día será liberado de la cárcel para liderar el país.

  Las autoridades rusas ven a Navalny y sus partidarios como extremistas con vínculos con agencias de inteligencia occidentales que intentan desestabilizar Rusia. 

  Putin advirtió a Occidente que cualquier intromisión dentro de Rusia será considerada un acto de agresión.

  La oposición está buscando voluntarios entre los cientos de miles de personas que huyeron de Rusia desde el inicio de la 
guerra y les pide que llamen en frío a los votantes, idealmente 
hasta 100 cada uno, indicó Sobol en una entrevista telefónica.

  Mucha gente se asustaría y colgaría el teléfono, pero se podría persuadir a otros para que hablaran, confió.

  En su sitio web NePutin (NotPutin).org, el equipo de Navalny también pide voluntarios para difundir vídeos y mensajes de 
campaña en línea, y para pegar folletos y garabatear graffitis en las calles, lo que Sobol describió como tácticas "partidistas".

  "La tarea de Putin es garantizar que estas elecciones 
transcurran de la forma más fluida y tranquila posible, sin 
tensión alguna en los nervios. Nuestra tarea es la contraria", 
afirmó.

  A las pocas horas de que el parlamento anunciara las elecciones del 17 de marzo el jueves pasado, el bando de Navalny había disparado su primer tiro de campaña. 

  Publicó fotografías en las redes sociales de vallas 
publicitarias azules gigantes que había colocado en las 
principales ciudades, con un saludo de año nuevo de apariencia inocente para los rusos. 

  Debajo había un código QR que conducía al sitio web de NotPutin.

  El truco mostró el ingenio del equipo experto en tecnología de 
Navalny pero el impacto fue breve, ya que las autoridades quitaron los carteles y bloquearon el acceso al sitio.

Extracto y adaptación de un artículo de Mark Trevelyan, para la agencia de Noticias Reuters