Por Lucio Di Matteo

La relación entre Vicentin y los gobiernos nacional y provincial (de Santa Fe) tiene idas y vueltas, más grises que blancos y negros. El último paso es un aparente acuerdo entre la provincia y el directorio, con la supervisión del juez comercial Fabián Lorenzini, para armar un fideicomiso, reactivar la empresa y no remover al directorio.

En el terreno judicial, esas idas y vueltas se vieron en el breve lapso de un día, específicamente ayer. Por un lado, el Tribunal Oral Federal (TOF) 4 hizo lugar al pedido de la Unidad de Información Financiera (UIF), aceptando que sea querellante independiente del Banco Nación. El planteo es por la gran diferencia de delitos que le interesa probar a cada actor: lavado de dinero a la unidad que conduce Carlos Cruz, otorgamiento de créditos irregulares al banco estatal.

El juez federal Julián Ercolini había decidido unificar las querellas el 29 de junio, algo que ayer revocó el fallo de cámara. Lo que en la UIF fue vivido como una victoria, pues justamente lo que pretende investigarse en el posible lavado de activos y fuga de capitales, una línea de investigación que por otra parte sigue uno de los directores del Banco Nación, el economista Claudio Lozano.

Sin embargo, la victoria judicial no fue completa para la UIF. Ayer mismo, el fiscal Gerardo Pollicita determinó la “incompetencia parcial”, es decir, que no debe investigarse por ahora el lavado de dinero. “En la práctica, nos congelan”, resumió con gesto amargo una fuente de la UIF.

Es que, según sostienen, no existía la identidad de intereses alegada; ambos organismos poseen ámbitos de competencia y facultades diferenciadas y carecen de igual jerarquía funcional dado que la entidad bancaria se encuentra sujeta por ley al control de la Unidad.

La UIF es un organismo de investigación financiera y la información que obtiene, proveniente de diversos sujetos, tiene carácter de secreta por lo que debe ser reservada hasta tanto se disponga su elevación a sede judicial; y las estrategias procesales son diversas debido a que buscan la protección de bienes jurídicos distintos.

Entre lo que se investiga, es que la UIF no se limita a la defraudación en perjuicio de la entidad monetaria sino que busca impulsar la investigación sobre maniobras vinculadas con la evasión tributaria, subfacturación, contrabando y el accionar de empresas off shore.

"Si bien tanto la UIF como el BNA pueden coincidir en sus pretensiones requirentes, no puede desconocerse que la actuación de cada uno se impulsa en intereses que le son propios y exclusivos”, indicaron desde la Cámara Criminal y Correccional Federal.

El escrito sostiene que a fin de no vulnerar la eventual divergencia que pudiere existir entre los intereses y las estrategias de ambos organismos resulta adecuado que intervengan en la investigación de manera autónoma.