El médico Juan Ramón Gauvry Gordon, el primero en llegar a la casa del country Carmel donde María Marta García Belsunce fue asesinada, declaró como testigo en el juicio contra Nicolás Pachelo y dos ex vigiladores acusados por el homicidio, y descargó su bronca contra el fiscal Diego Molina Pico y los jueces que en 2011 lo condenaron por encubrimiento.

"Yo fui a la casa a tratar de salvar una vida y terminé preso", sostuvo Gauvry Gordon quien ingresó a la sala de audiencias poco después de las 12, el mismo lugar donde, según él, pasó el peor momento de su vida.

El 27 de octubre de 2002, él trabajaba en la empresa de emergencias Paramedic, que prestaba servicio para Osde, y de acuerdo a su relato, "estábamos en la ambulancia y me informan por radio de una mujer con pérdida de conocimiento. Partimos raudamente y creo que llegamos siete o diez minutos después. Cuando llegamos a la guardia no estaba esperando un cuatriciclo y de ahí debemos haber tardado uno o dos minutos más. No nos pidieron datos y nos escoltaron. Creo que llegamos a la casa 19:15".

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"En la casa nos recibió una persona, que después me enteré que era Carlos Carrascosa. Con mi chofer nos bajamos con todos los elementos (desfribilador, oxigeno, ampollas de adrenalina) necesarios para reanimar a una persona, porque desde Paramedic me habían informado que respiraba un poquito", relató.

"Cuando ingreso al domicilio, subo la escalera y arriba había dos personas, una mujer y un joven, que luego supe que eran la masajista Beatriz Michelini y Diego Piaza (un estudiante de medicina vecino del country). La mujer me dice que le había estado dando respiración boca a boca y me informa que el marido la había encontrado sumergida la mitad del cuerpo en la bañadera, que la saco y la apoyó en el piso", amplió el médico.

Luego añadió: "La paciente no tenía signos vitales. Hice compresiones toráxicas, le apliqué oxígeno y mediante el desfribilador comprobé que no tenía actividad cardíaca".

Gauvry Gordon hizo un detallado relato de todo el proceso de cómo intentó reanimarla, que le aplicó ampollas de adrenalina y descargas con el desfribilidador durante 20 minutos.

"Tenía un traumatismo cráneo encefálico en el parietal izquierdo con pérdida de masa encefálica", respondió cuando le preguntaron qué herida notó en la víctima, y agregó: "La punta de mi dedo ingresó en el agujero del parietal izquierdo. El cabello estaba con sangre, mojado, se había hecho como un engrudo, que se llama plastrón. Separé el pelo y aparte de esa lesión no vi ninguna otra".

Gauvry Gordon explicó que fue lo que pensó sobre el motivo de la muerte: "Nadie me explicó la mecánica de la lesión. Parecía un accidente doméstico. Era un baño complicado. Había un charco de sangre de 20 centímetros entre en el inodoro y el bidet. La bañera estaba llena de agua con sangre. No vi salpicaduras de sangre ni nada que me llamara la atención. Traté de buscar la explicación de lo que parecía una muerte estúpida. Se podría haber golpeado la cabeza con la viga y impactar con las canillas que tenían forma punzo cortante. Yo traté de buscar explicación de lo que podría haber pasado y lo compartí con el médico que llegó después. No veíamos otra explicación ni tampoco me informaron otra cosa que pudo haber pasado".

En otra parte de su declaración, señaló: "Es una locura decir que hubo pegamento en la herida. Un orificio con bordes irregulares, mojada es imposible pegarlo. Solo se puede hacer en heridas lineales y secas. Yo dispuse que se limpiara el baño. Le pedí a la masajista que lo hiciera. Era una escena fea para que la familia lo viera. Estábamos presentes la masajista, el otro médico, yo. Nadie se opuso a mi sugerencia".

El médico también relató que sugirió que pasaran el cuerpo a la cama, pero que el chofer de la otra ambulancia le dijo que eso lo tenía que hacer la cochería.

"Yo informé a la familia que lamentablemente no pudimos hacer nada para revertir ese cuadro. Se los dije a Irene y Carrascosa y ellos me dijeron que habían hablado con la funeraria y que ellos le extendían el certificado de defunción. La familia estaba muy acongojada", comentó Gauvry Gordon quien recordó que el otro médico nunca tocó a María Marta: "Lo vio de lejos. No sé si fabuló o que trato habrá hecho, yo estuve preso. El hombre estuvo conmigo, escuchó lo que yo dije. Un fabulador. No informó a su empresa ni a la policía. Lo desmintió su propio chofer".

Antes de concluir con su declaración, el médico sostuvo: "Tendrían que llamar a Molina Pico para saber qué pasó. A mi mandaron preso 15 días. Me destruyeron la vida. Estuve en esta misma sala y salí con las manos esposado. Me condenaron a tres años de cumplimiento efectivo. La he pasado muy mal. Y otra vez sigo acá. No se termina nunca más para mí".

"Conmigo la justicia no fue justa. Nadie me pidió perdón. Ni Molina Pico, que me acusó de haber recibido dinero. No investigó. Por suerte hubo jueces de Casación que no incurrieron en la mala praxis del Toc 1. Yo fui a la casa a tratar de salvar una vida y terminé preso. Yo nunca oculté nada ni cambié mi declaración. No vi signos de que fuera un asesinato. Le dije a Carrascosa este verano que lamentaba no haberme dado cuenta de que tenía cinco balazos en la cabeza", finalizó.