Uno de los sobrevivientes del 11S: “Llamé a mi papá para decirle que estaba bien y por arriba mío explotó el segundo avión”
David English es estadounidense, desde hace 20 años vive en Mendoza y presenció uno de los ataques terroristas más crueles que generó un cambio sin precedentes en todo el mundo.
Se cumplen 22 años del atentado a las Torres Gemelas y un recuerdo latente es la increíble historia de David English, un estadounidense que sobrevivió a uno de los ataques terroristas más crueles del Mundo y se vino a vivir a la provincia de Mendoza donde tuvo un hijo.
"Hablo en nombre de tres mil personas que se murieron alrededor mío. Al menos intento hacer un homenaje a ellos hablando de las cosas positivas de la vida justificando un poco que yo sobreviví y ahora tengo una obligación a hacer algo positivo con eso que pasó", resaltó.
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Por el atentado murieron 2.996 personasEn diálogo con el programa Palacio Real 630 por Radio Rivadavia English contó cómo pudo sobreponer el atentado: "Mi terapia fue vivir 22 años en la Argentina y para una persona que sobrevive un ataque terrorista acá hay cosas muy lindas como desde el saludo con beso, el brazo, la sobremesa, comer asado, tomar mate con amigos y todas esas cosas, pero en particular me quedo con la frase que aprendí que es que 'nadie te quita lo bailado' y te permite disfrutar la vida. Nunca hice una terapia formal con psicólogo aunque lo debería haber hecho pero diría que estos años en el país me ayudaron a sanar bastante".
Acerca de qué hacía al momento del ataque: "Estaba trabajando para una empresa de telecomunicaciones instalando sistemas de wifi y ese día iba a una reunión clave para firmar un contrato con Citibank. Estaba en mi edificio, que se encontraba prácticamente al lado de las torres, bajo el ascensor y empiezo a ver cenizas que caían del cielo, algo que me pareció muy raro. De repente las personas veían las torres y entonces yo también miré y vi un agujero con humo subiendo pero yo seguía en camino a mi reunión porque en Nueva York los negocios no paran para nada".
"Salgo del edificio y llamé a mi papá desde un teléfono público para decirle que yo estaba bien, cuelgo y por arriba mío pasa el segundo avión y prácticamente se explota mi cabeza. Ahí cambió todo, ahí pararon los negocios en Nueva York por la primera vez en la historia creo y el Mundo cambió", recordó.
Un dato interesante que contó es que su papá les había enseñado a él y a su hermano a cómo actuar en situaciones de esta índole: "Con eso aprendí mucho y pude darme cuenta que mucha gente se quedó observando que pasaba y murió mientras que yo decidí bajar a la estación de Southe. Menos mal porque como sabemos las torres empezaron a colapsar unos pocos minutos después".
"Me impactó mucho el caos en la calle arriba y cuando bajé al subte todo era silencio porque en ese momento no existía señales de alerta, tampoco WhatsApp y todas esas cosas en los teléfonos, entonces la gente en el subte no se había enterado de nada. Fue increíble un silencio total la verdad nunca me voy a olvidar de eso", resaltó.
Acerca de su vida actual y de cómo pudo salir adelante, David sostuvo: "Tuve un hijo que nació aquí en Mendoza con una madre argentina y esa experiencia también me cambió totalmente la vida de una forma positiva y muchas veces pienso que si no hubiera pasado el 11 de septiembre mi hijo no existiría o al menos no sería el hijo que tengo aquí, entonces es otra manera de ver que a veces no siempre pero a veces de una tragedia o una experiencia muy mala algo bueno puede nacer literalmente".
"En ese tiempo Mendoza en particular fue como una tierra de oportunidades con muy poco desarrollado en el sector de turismo y gastronomía por lo que había mucho por hacer y yo vi eso como una gran oportunidad de cambiar mi vida y empezar de cero. No fue solamente por su lejanía con la zona cero y de todos los problemas del hemisferio norte si no por su conjunto de cosas atractivas atributos muy positivos desde mi punto de vista", señaló.
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Por último, recordó el día que volvió a donde ocurrió el ataque terrorista y que le provocó hacer de ese recuerdo un documental: "Desde aquel día nunca había vuelto. Hay que tener agallas y coraje para volver a ese lugar donde estuvo la tragedia. Mi hijo Benjamín empezó a preguntarme con seis o siete años por mi historia y por qué vivo acá si yo soy de Estados Unidos. Es por eso que decidí que la mejor manera de explicarle iba a ser llevándolo a la zona cero y contarle ahí lo que pasó esa mañana y cómo me cambió la vida".
"Cada persona creo que reacciona de una manera distinta, conozco sobrevivientes de AMIA cómo por ejemplo Daniel Pomorás y él volvió el día siguiente a trabajar. Pero yo nunca quería volver o no podía pero lo hice por mi hijo. Por eso decidimos llevar con nosotros un equipo documental y armamos una película que se llama 'Las lecciones de mi padre', que va a salir más adelante este año", confirmó.