Una pasajera que sufrió un accidente en la estación Federico Lacroze del Ferrocarril Urquiza en 2005 será indemnizada después de casi 20 años por Metrovías tras un fallo de la Cámara Nacional en lo Civil.

La causa judicial contra Metrovías y la aseguradora comenzó hace 19 años cuando la mujer sufrió una fractura de tobillo en la rampa de la estación Federico Lacroze, la cual se encontraba en mal estado.

De este modo, se dio inicio a una causa en la que la víctima perdió en primera instancia ya que un juzgado cuestionó la validez del boleto de papel que presentó al manifestar que “no hubo prueba suficiente y hasta descalificó los dichos de una testigo”.

El medio Justicia de Primera indicó que la pasajera decidió apelar la resolución por lo que intervino la Cámara Nacional en lo Civil y allí se enfatizó que el boleto entregado por la damnificada tiene validez, pese a que está borrado por el paso de los años, ya que “hay una copia en la causa penal que se abrió”.

“Se observa a simple vista que contiene el mismo formato de los comprobantes que se expedían en esa época. Y si bien no es nominativo, contiene datos mecánicos acerca de la fecha y hora del viaje, y línea ferroviaria, que constituyen un indicio de que F era pasajera de la empresa transportista”, destaca el documento.

A su vez, se destaca que en el expediente está registrado el informe del SAME sobre el accidente: “A las 14:12 recibió un pedido de auxilio médico para la estación Lacroze del ferrocarril Urquiza, y que el móvil interviniente asistió allí a la pasajera” y luego se la trasladó por una fractura de tobillo.

Accidente

En mayo de 2005 la mujer “transitaba por el hall de acceso en dirección hacia los molinetes para el ingreso y egreso de los pasajeros, cuando resbaló en la rampa existente en el lugar, cayó pesadamente y sufrió lesiones de gravedad”.

El informe judicial soslaya que la rampa donde sufrió el accidente se encontraba en muy mal estado de uso y conservación, no presentaba pisos antideslizantes, había gran cantidad de baldosas sueltas y otras tantas faltantes, húmedas o mojadas, en evidente estado de abandono”.

En este marco, la Justicia sostiene que era el único acceso que posee la terminal ferroviaria para el ingreso y egreso de los pasajeros “por lo que el paso por dicho lugar resulta inevitable para cualquier persona”.