Una empresa de salud y un falso médico procesados por la muerte de un paciente
La muerte de Víctor Calvo tiene múltiples culpables: El falso médico que lo antendió en su domicilio fue acusado de Homicidio. Y ahora la justicia también procesó a los directivos de la firma y al médico real que prestó su documentación para cometer el fraude.
El falso médico que dejó morir a Victor Calvo en diciembre del 2020, al hacerse pasar por un profesional de la salud cuando el paciente pidió una ambulancia tras sufrir un paro cardíaco, fue procesado por homicidio en el 2021.
En los últimos días, la Justicia pudo determinar la cadena de responsabilidades recayó sobre la firma Urgency Dom, que no solo envió a la casa de Víctor Calvo a un médico impostor, sino también porque el supuesto profesional se movía en una ambulancia con un desfibrilador que no funcionaba.
Así lo estableció el juez de instrucción Edmundo Rabbione, tras procesar Juan Carlos Gargiulo, principal responsable de la firma y a Daniel Medina, el director médico. Ambos son partícipes necesarios de los delitos de “homicidio simple con dolo eventual mediante la usurpación de títulos y honores” y “falsificación de instrumento público”.
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También quedó imputado José Ochoa Díaz, el neurocirujano del Hospital Garrahan cuya identidad usó Juan Nicolás Olivares García, el falso médico que no tenía ningún conocimiento en salud y que trabajaba en un kiosco hasta antes de cometer el fraude.
La víctima de 50 años podría haberse salvado con una atención correspondiente
Víctor Calvo, la víctima de 50 años, falleció en las primeras horas del 2 de diciembre del 2020. Había llamado al servicio de ambulancia de la firma Urgency Dom porque estaba sufriendo un infarto, pero médico que fue enviado para asistirlo era un impostor, y la ambulancia no contaba ni siquiera con desfibrilador, una herramienta clave que podría haberlo salvado. En ese momento, el falso médico cobró su consulta, pero no lo atendió, para no ser descubierto.
Para la querella hubo clara intención de encubrir lo que pasó, al corroborar con la Justicia que las historias clínicas de todos los pacientes que el falso médico atendió fueron encontradas luego de allanar la casa del hijo del dueño de la empresa de salud que, además, al momento del crimen no integraba la firma. Previamente, dichas historias clínicas fueron buscadas una y otra vez en la sede de la empresa donde, donde quedó en evidencia que no iban a ser encontradas.
Según sostuvo el fallo, “cada uno con su aporte han colaborado en forma indispensable para que Olivares García actuara de la manera acreditada”. “La confianza depositada en el servicio de salud contratado para su asistencia médica fue suficiente” para esperar la llegada de un médico.
Olivares dijo a la víctima que no podía llevarlo en la ambulancia porque tenía Covid. También dijo que “había tiempo” y que fueran a una clínica para hacerse un control. Pero cuando el impostor se estaba yendo, desde la puerta del ascensor, le avisó a la esposa del paciente que estaba teniendo un infarto y, de todas maneras, se fue.
Las condiciones de la ambulancia
Según el director médico de Urgency Dom, cada médico debía encargarse de verificar las condiciones de cada ambulancia. Sin embargo, en ese momento dijo: ¡estoy en condiciones de señalar que la ambulancia utilizada para el traslado del señor Calvo y su equipamiento estaban en perfectas condiciones”. Para el juez, de acuerdo al Ministerio de Salud, es el director médico el que debe controlar el estado del equipamiento.
Sobre ese punto, el juez subrayó que Andreina Azpelicueta, la joven médica que abandonó su guardia e intentó en plena calle salvarle la vida a Calvo cuando ya estaba sin pulso ni signos vitales y que lo acompañó a su internación, fue contundente al declarar como testigo en este proceso. Ella dijo: “había un desfibrilador que no funcionaba, por eso era necesario monitorear en forma inmediata al paciente” en su paro cardíaco.
Y el peritaje del Cuerpo Médico Forense que determinó que la víctima tenía sólo el 1 por ciento de chances de morir si hubiera recibido atención correcta señaló: “Todas las ambulancias del sistema de emergencia deben estar equipadas con sistema de monitorización de ECG, desfibriladores y, por lo menos, una persona entrenada en soporte vital avanzado. El hecho de haber podido contar con ese instrumental funcionado podría haber aumentado la posibilidad de sobrevida del paciente”.
La querella también sostuvo que la empresa mintió diciendo que la ambulancia LDL 0082 en la que viajaba el falso médico estaba habilitada: sostuvo que esos papeles recién se pidieron en enero de 2021 y que es el día de hoy que no se habilitó.
Fechino declaró: “La falsa justificación de que no estaba habilitada al tiempo de los hechos fue que el Ministerio de Salud no trabajaba en pandemia. Afirmación burdamente falsa ya que el Ministerio incrementó por razones obvias su atención a partir del Decreto 260/20, decreto que Gargiulo conoce muy bien ya que la mayoría de los médicos fueron contratados bajo el amparo de esa normativa”.
Urgency Dom usó ese decreto “para poner a trabajar extranjeros sin antigüedad y sin experiencia en una actividad en la que la salud y la vida de las personas está en juego”.