Un médico de guardia expuso la cantidad de gente que viaja de la provincia de Buenos Aires para atenderse en los hospitales de la Ciudad.

En el video se ve al hombre escoltado por personal de seguridad mientras intenta contener a los pacientes que esperaban ser atendidos en el Hospital Argerich de La Boca.

“Somos ocho médicos y, lo que ustedes no ven, es que por atrás entran las ambulancias. Ingresaron cinco personas para intubar. Estamos todos corriendo hace tres horas”, explicó el médico frente a las quejas de la gente. "Atiendo a todos los que puedo, pero estoy sobrepasado", se defendió.

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Los derivados al Argerich resultaron heridos producto de un accidente múltiple y se encontraban en grave estado.

El profesional de la salud les preguntó varias veces a cada uno de los pacientes de dónde venían. La Plata, Aldo Bonzi (La Matanza), Florencio Varela, Avellaneda, Alpargatas y Zapiola, respondieron.

El hombre, del que se desconoce su identidad, retrucó: “Ninguno viene de La Boca. Tengo una capacidad de recursos para gente de la Capital Federal, especialmente del barrio de La Boca. Ahora atiendo a todo el que puedo atender y estoy sobrepasado”.

Sin embargo, los pacientes siguieron con los reclamos para recibir la atención médica y afirmaron que nadie les informó que estaban sobrepasados  en la capacidad de la guardia por la emergencia que atendía desde hacía tres horas.

“Espérenme porque otra no hay y la camilla cucheta todavía no la inventaron. Les pido un ratito y voy a atender”, dijo el cirujano que se retiró acompañado por los tres empleados de seguridad del centro de salud porteño.

Una de las mujeres expresó: “Entonces, ¿cuatro horas más?". "O cinco", replicó el médico mientras cerraba la puerta. La respuesta provocó la furia de la gente: “¡Sos un atrevido! ¡Atrevido! "¡Entonces vamos a quemar todo acá!”.

Debido a las imágenes que se viralizaron en las redes sociales, el médico de la guardia está recibiendo asesoramiento legal a través de la Asociación de Médicos Municipales de la Ciudad de Buenos Aires (AMM).

El representante gremial argumentó: “Esto afecta directamente la relación médico-paciente con profesionales más a la defensiva. El acto médico es privado, con intimidad y confianza. La intromisión a través de filmaciones y su difusión en redes sociales como ocurrió en el Argerich solo termina por generar desconfianza”.