El automovilista Gabriel Pressavento, quien el año pasado se consagró campeón del certamen de Rally Federal en la categoría R2F junto a su navegante, es uno de los cinco detenidos por traficar cocaína, luego de 17 allanamientos efectuados por personal de la Policía Bonaerense.

Uno de los procedimientos se hizo en la misma casa quinta que en 2008 usaron miembros de un cartel mexicano para montar una cocina de metanfetaminas, hecho que dio inicio a la investigación e la causa conocida como "la ruta de la efedrina".

Pressavento era hijo de Juan Carlos, "El Mono", pionero del rally en la provincia de Buenos Aires, pero en noviembre de 2015, el Tribunal Oral Federal número 6 lo condenó por el delito de comercio de estupefacientes.

Esa vez, cayó con otros ocho cómplices que lo apodaban "Perico", "Tony", o "Compadre", algunos de ellos de nacionalidad colombiana.

El piloto trabajaba como apoderado de una empresa de seguridad privada en ese entonces, pero también había sido policía, en la que llegó a cabo primero en la Federal, con un retiro obligatorio en 2012.

A Pressavento y a un cómplice les imputaron una jugada detectada en escuchas de 2012, cuando intentaron robar con un falso operativo un supuesto lote de 500 kilos de cocaína, sustraída a un hombre de nacionalidad colombiana y oculta dentro de maquinaria agrícola, en algún lugar de un conocido country de Tigre. Su defensa peleó con fuerza y al final, solo le dieron tres años en suspenso.

Luego de esa situación, corrió con su auto, salió campeón y todo era felicidad, pero el miércoles se conoció un nuevo caso vinculado al narcotráfico.

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La Dirección de Investigaciones de Delitos Federales bajo la Superintendencia de Investigaciones de Delitos Complejos y Crimen Organizado de la Policía Bonaerense lo arrestó en el barrio porteño de Caballito junto a su pareja.

Se llevaron sus trofeos de rally, incluso el que recibió a fines del año pasado cuando salió campeón.

Ahora, a Pressavento lo acusaban de vender droga al por mayor, ser el proveedor de "dealers".

En la lista estaba incluida una quinta en Ingeniero Maschwitz que el piloto había ocupado semanas atrás.

Allí se escondió, casi sin salir, un poco paranoico, poco después de que la Policía Federal encontrara una tonelada y media de cocaína en Rosario, con presunto destino a Dubai.

Esa quinta es la llamada "El Rodeo", situada en la calle Güemes al 900 de la localidad bonaerense de Ingeniero Maschwitz, donde en julio de 2008 fueron detenidos nueve mexicanos y un argentino que habían montado allí un laboratorio para elaborar drogas sintéticas.

Allí funcionaba un laboratorio de metanfetamina usado por el mexicano Jesús Martínez Espinoza, con oscuros vínculos al triple crimen de General Rodríguez.

El casero le recordó la historia a la Bonaerense después de que rompieron el portón con un ariete. Había poco más de 12 kilos de polvo en el sótano del lugar, pero no había relación con la vieja causa.

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La pareja de Pressavento, Mónica, también fue detenida, ya que de la investigación surgió el detalle que los narcos recibían la droga en el comercio de venta de alimentos para mascotas, donde la almacenaban en caniles y la trasladaban en cunas o cuchas para perros, mientras que el fraccionamiento se hacía en la quinta de Ingeniero Maschwitz.

Entre los detenidos están los presuntos líderes "Mónica" y el piloto viven en la calle Rosario al 100, a metros del Parque Rivadavia, en el barrio porteño de Caballito.

La mujer tenía un local de venta de comida y artículos para perros y gatos llamado "Almacén para Mascotas" que "se utilizaba como pantalla para realizar entregas de estupefacientes en mediana escala", detallaron los voceros policiales.
"Mónica" también era gerente de una empresa de seguridad privada que tenía un galpón, a una cuadra de donde vivía la pareja, en donde también se acopiaba y distribuía la droga.

Se investiga además si la banda narco usaba los vehículos de dicha empresa para trasladar la sustancia y si los automóviles de la firma fueron comprados para lavar el dinero proveniente de la venta de la cocaína.

La organización también tenía otro galpón de acopio, en un taller de Villa Martelli, partido de Vicente López, al tiempo que le suministraban cocaína a un "dealer" identificado en el expediente como "NN Juje", que vendía al menudeo en "Platea 11", uno de los edificios de la Villa Inta de Villa Lugano.

En esta ocasión se incautaron armas de distintos calibres, teléfonos celulares, vehículos, documentación, 1.500.000 pesos y 5.000 dólares.