Los pétalos de la Floralis Genérica, dañados durante los temporales de viento y lluvia ocurridos en diciembre y marzo pasados, fueron trasladados para su reparación.

El operativo de alta complejidad comenzó el martes último y se extenderá hasta el próximo domingo 19 de mayo, por lo que la Plaza de las Naciones Unidas donde se encuentra la flor permanecerá cerrada al público durante toda la operación.

Se informó que para su traslado, se utilizarán un camión carretón y dos grúas de gran porte: una principal de 450 toneladas y una secundaria de 49 Tn. 

Desde Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana porteño se informó que previo al ingreso de esta maquinaria, se realizaron trabajos de acondicionamiento del terreno y el espacio aéreo en el parque.

Las tareas de alta complejidad se realizarán en el predio de infractores de tránsito de la Secretaría de Transporte, ubicado detrás de la Facultad de Derecho, donde continuarán los estudios técnicos para su reparación.

"Estamos trasladando los dos pétalos para avanzar con el proceso de reparación de la Floralis Genérica, uno de los máximos emblemas de nuestra Ciudad", detalló Ignacio Baistrocchi, ministro de Espacio Público e Higiene Urbana.

Y agregó: "Es un paso importante para continuar el análisis estructural del monumento en su conjunto y concretar un proyecto de reparación eficiente, austero y sostenible en el tiempo teniendo en cuenta la situación económica y, por supuesto, las consecuencias del cambio climático".

Dada la complejidad de la operatoria, se contará con la participación de FAdeA (Fábrica Argentina de Aviones SA), organización que participó del montaje original de la Floralis y conserva los planos originales.

Se informó además, que el traslado implica tareas de mantenimiento en la Plaza de las Naciones Unidas antes y después del trabajo de las grúas: retiro y colocación de rejas, movimiento de mobiliario, aporte de tierra y nivelación, posible reparación de solados, sistema de riego, césped y canteros, tareas de poda y tendido de luminarias.

Las tareas para poder repararla comenzaron a fines de enero de este año, bajo la supervisión del MOA (Monumentos y Obras de Arte de la Ciudad): lo primero que se hizo fue un diagnóstico sobre los daños generados que permitió mostrar el estado de situación general y proyectar su posterior reparación. 

Este informe dio lugar a los cateos en altura, que incluyeron la apertura de las láminas de los pétalos de acero y el análisis de la estructura para evaluar daños internos; la revisión de los componentes electromecánicos y electrohidráulicos de las piezas que generan el movimiento de apertura y cierre. 

A mediados de marzo se realizó una apertura de las láminas de acero inoxidable cercanas al pívot para evaluar el alcance de daño en los pétalos afectados, y allí se pudieron observar daños en soldaduras y roturas estructurales. 

Por esta razón se necesitó avanzar en una apertura completa de la flor y poder definir con certeza la situación estructural interna de la flor en su conjunto. 

En abril, Espacio Público sumó a FAdeA a la mesa de trabajo, quienes habían intervenido en el montaje original de la Floralis y cuentan con los planos originales del montaje para que, por un lado participe en el traslado de los pétalos y, por el otro, aporte su experiencia para la reparación del emblemático monumento.  

La historia de la Floralis

La escultura de 20 metros de altura y 18 toneladas de peso fue inaugurada el 13 de abril de 2002 como homenaje a todas las flores. 

Fue la primera escultura en movimiento controlada por un sistema hidráulico y células fotoeléctricas, las que respondían a la luminosidad del día para abrir o cerrar los pétalos metálicos, al igual que las flores naturales, la escultura se abría por la mañana y se cerraba por las noches.

En 2009, el engranaje de la escultura dejó de funcionar a raíz de un temporal, y recién en 2015 la obra fue reinaugurada con el sistema de cierre y apertura reparado, aunque sólo se podía controlar manualmente.

Desde el 17 de diciembre pasado, como consecuencia del fuerte temporal que azotó la Ciudad, la Floralis sufrió el desprendimiento de sus pétalos y daños estructurales severos.