Un hombre que portaba una granada atemorizó a todos los pasajeros a bordo de un tren del ferrocarril Sarmiento y, al bajarlo en la estación de Flores el personal de la Policía Federal que custodiaba la formación, esta persona forcejeó y le quitó el seguro al artefacto explosivo.

Los uniformados pidieron refuerzos mientras uno de ellos se jugó la vida al tomar la granada para evitar que el sujeto la soltara y la misma se detonara frente a un montón de usuarios.

Toda esta acción provocó el temor entre los pasajeros, por lo que se valló la zona.

Al lugar arribó personal de Bomberos de la Ciudad y del escuadrón Antibombas de la fuerza porteña, que trataba de negociar con esta persona para que entregara la granada. En forma preventiva se desalojó a la gente de la estación y el servicio de trenes quedó suspendido en forma momentánea.

Con el correr de los minutos, llegaron efectivos de la División de Operaciones Especiales Metropolitanas (DOEM) de la fuerza porteña y del GEOF de la Policía Federal.

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El hombre fue reducido, pero el objetivo era que se desprenda del aparato de manera pacífica, ya que de otra manera explotaría el artefacto y provocaría una tragedia. También se sumó al operativo personal de la Comisaría Vecinal 7 C de la Policía de la Ciudad para prestar colaboración.

El hecho fue caratulado como "Intimidación Pública" e interviene el Juzgado Federal en turno.