Un joven delincuente murió desangrado después de romper el vidrio de una casa para robar y cortarse durante su entrada a la vivienda.

El insólito caso sucedió en la madrugada del domingo en el barrio Lorenzón, Santa Fe, cuando el chico de 23 años rompió el vidrio de una mampara para ingresar a robar a un departamento.

Aun así, su plan se vio frustrado desde un comienzo ya que al intentar entrar sufrió profundos cortes en su cuerpo por los vidrios.

Fuentes del caso informaron que la víctima, identificada como Alan Pereira, se lastimó de manera grave en una de sus piernas y para esconderse de la Policía se refugió en una cuneta que estaba frente al edificio.

Habría intentado romper el vidrio de una ventana. Logró hacerlo, pero cuando intentó ingresar, un trozo de ese vidrio le perforó la pierna, lo que le produjo una severa hemorragia que a los pocos minutos lo descompensó”, explicó un investigador. 

Una vecina que observó toda la escena dio aviso al 911 y a los pocos minutos los efectivos se encontraron con el joven ya sin vida tendido sobre un charco de sangre.