Esta semana pasó lo impensado: la Corte Suprema de Justicia de la Nación revocó por unanimidad la sentencia que había consagrado el “derecho al olvido” para Natalia Denegri. Invocando la defensa de la libertad de expresión, ese cuerpo hizo hincapié en “el derecho social a la información de los individuos que viven en un Estado de democrático”.

Dicha libertad, entendió el fallo, “también comprende el derecho de transmitir ideas, hechos y opiniones a través de Internet y los motores de búsqueda, herramienta que se ha convertido en un gran foro público por las facilidades que brinda para acceder a información y para expresar datos, ideas y opiniones”.

La Corte no negó la existencia de un “derecho al olvido”, pero no lo consideró aplicable al caso Denegri aunque dejó entre abierta la posibilidad de acciones preventivas contra los motores de búsqueda en internet.

“Fue un fallo pobre, atrasado y sin perspectiva de género ni de protección a la intimidad, las víctimas y los niños, que no entiende sobre cyber-bullying, y que además fue auto-contradictorio. Dice que en el futuro analizarán el funcionamiento de Google... ¿Por qué no lo hicieron ahora? Se tomaron tanto tiempo para decidir... ¿para esto?”, dijo la mujer a Noticias Argentinas.

Y añadió: “Se escuda en un inexistente ataque a la libertad de expresión cuando ni siquiera entiende el recorte de la realidad que hacen los algoritmos. Sin ir más lejos, durante las audiencias los videos que 'tan importantes son para la sociedad y que por eso no los pueden desindexar' mágicamente desaparecieron, y volvieron a aparecer entre los primeros resultados una vez que las audiencias terminaron... Dudoso”.

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Para Denegri, “lo que a la Corte y a muchos les cuesta entender es que Google no es un medio de comunicación sino un buscador, y yo ni siquiera estaba pidiendo que se elimine ningún contenido, sino que no aparecieran entre los resultados cuando los buscaban con mi nombre. O sea, que cuando ingresaran Natalia Denegri no salieran, pero si los buscaban con cualquier otra formula esos resultados iban a salir y si los buscaban en los medios o en YouTube, eso iba a aparecer”.

Al mismo respecto, añadió: “Literalmente no nos escucharon. Yo jamás iría contra la libertad de expresión. Soy periodista y para mi eso es TODO. Nunca pedí que borraran nada incluso cuando borrar de Google no implica que las imágenes originales desaparezcan. Ese engaño de que si no está en Google no existe es mentira. Google es un buscador como tantos otros”.

Respecto de la actitud de la Corte, Denegri puntualizó: “Hablan de que las imágenes en cuestión son informativas de una época... ¿acaso los vieron? No tienen nada de noticioso ni informativo ni de interés judicial. Fomentan la violencia de género, la estigmatización y vulneran mis derechos al honor y la honra, además de mi derecho como víctima reconocida en sentencias penales... Le gané un juicio al Estado en el que me reconocen como víctima. En el fallo dicen que yo di mi consentimiento y que yo aproveché la fama que gané con todo esto, pero no prestaron atención a mi relato de cómo fuimos prácticamente obligadas a hacer lo que hacíamos, que yo era menor de edad por lo que no había consentimiento válido, que no existía el internet como para que yo consintiera que esas imágenes aparecieran en Google, y que yo no busqué nunca hacerme famosa”.

En otro orden de cosas, la mujer contó las penurias que le ocasionó lo sucedido en aquellos tiempos: “Fui manipulada, privada ilegítimamente de mi libertad siendo menor de edad por un juez que fue preso y destituido por inventar causas a famosos. Yo quería ser abogada, pero tuve que abandonar la facultad por la presión social y de los medios. No nos dejaban en paz. Mi papá perdió su imprenta y tuvo un infarto. Mi mamá enfermó. Mi hermano al día de hoy sufre de fobias sociales por todo lo qué pasó. Yo no quiero que mis hijos sufran lo mismo que yo y mi familia sufrimos por aquellos años y hoy también”.

En el mismo sentido, reveló: “La fama fue una consecuencia que durante muchos años me impidió rehacer mi vida. Hoy tengo la vida que tengo gracias a que me fui del país y me reinventé, pero si me hubiera quedado no habría tenido oportunidades. Yo hoy soy la única latina con 22 premios Emmys por mis documentales y mi programa infantil solidario, lidero misiones humanitarias por toda Latinoamérica, colaboro con fundaciones de todo el mundo, fui considerada una de las latinas más influyentes de Estados Unidos por People en Español y Hola! USA por mi trabajo solidario, fui reconocida por varios Alcaldes de Miami también por mi compromiso con los niños y los que menos tienen…”.

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Finalmente, Denegri anticipó sus próximos pasos a esta agencia: “Pretendo que mi lucha no sea en vano ni para mi ni para todas las mujeres y hombres que son víctimas del machismo y el bullying de las redes y el internet. Apelaré a la Corte Interamericana de Derechos Humanos”.

Y anticipó: “Estoy pensando en lanzar un ‘Movimiento por la Protección Integral de los Derechos Digitales de las Mujeres’ para que mi lucha no sea en vano. Lucharé por todas las “Natalias” que no pueden llegar a la Corte Suprema. Lo decidí luego de todos los mensajes de apoyo de hombres y mujeres en las redes, especialmente luego de algunos mensajes especiales de mujeres contándome sus luchas contra el cyberbullying, y por todas las mujeres que se dieron por vencidas ante este monstruo”.