Desde hace tiempo las obras sociales y prepagas fueron protagonistas de diversas discusiones con los profesionales y al día de hoy sucede algo parecido en la parte odontológica.

Aunque este conflicto denota un problema para los socios, un nuevo sistema comenzó a reivindicarse y desde hace algunos meses los pacientes comenzaron a asistir a la facultad de odontología de la UBA para atenderse.

Según sostienen, las largas colas fuera de la facultad se dan por la tardanza en los turnos, la falta de dentistas y el costo de insumos o de las prácticas generadas.

Los profesionales reclaman desde hace meses que son ellos mismos los que deben comprar sus herramientas e insumos para atender a un paciente de obra social, pero lo más llamativo es que también deben pagar la luz, gas y agua del consultorio donde trabajan. 

A su ves manifiestan que la cobertura médica recién les paga a los odontólogos tres meses después de haber atendido al paciente lo que genera una problemática aun mayor. 

Lee: Día Mundial de la Trombosis: vida saludable y control de los factores de riesgo, la clave para prevenirla

Largas filas en Odontología de la UBA ante la falta de turnos y el alto costo de las obras sociales
La guardia Odontología de la UBA está ubicada en la calle Marcelo T. de Alvear 2125

Lee: Se reavivaron focos de incendio en el Delta del Paraná y el humo llegó a la Ciudad

Se estima que en septiembre hubo cerca de 300 personas por día que asistieron a la consulta y las largas colas llaman la atención de las personas que pasan por el lugar o de los mismos odontólogos.

La protesta de los pacientes se acrecentó, sobre todo después de la pandemia y es por eso que decidieron trasladarse a la guardia Odontología de la UBA ubicada en la calle Marcelo T. de Alvear 2125. Funciona las 24 horas los 365 días del año, incluso los feriados.

Un informe realizado por la misma guardia reveló que en el mes pasado la Facultad de Odontología recibió a 29.277 pacientes en todos sus servicios y de ese total, el 53,4% eran del conurbano.

“La queja más grande es la imposibilidad de poder resolver los problemas cerca de sus lugares de residencia. Los pacientes viajan horas para poder llegar a la facultad porque o no hay centros de atención o funcionan pésimo”, sostuvo Silvio Prada, director del servicio de urgencias.