En el marco del Día Mundial de la Trombosis que se conmemora hoy y que este año está dedicado a la prevención y tratamiento del accidente cerebrovascular (ACV), los especialistas instaron a tomar conciencia y a cuidar aquellos factores de riesgo cardiovascular que potencialmente contribuyen a la formación de trombos, como la hipertensión, la diabetes, la dislipidemia, la obesidad y llevar una vida sedentaria, entre otros.

Los ACV pueden producirse por obstrucciones vasculares (isquémicos) o ruptura de vasos (hemorrágicos). Aproximadamente el 85% se deben a isquemia cerebral (ACV Isquémico) por la interrupción del flujo arterial o venoso cerebral provocado por la formación de coágulos (trombosis) que se producen en las arterias intra o extracraneales del cerebro, o por la migración de coágulos desde el corazón (cardioembolismo), o por la migración de coágulos desde el sistema venoso profundo de piernas o brazos, denominadas embolias paradojales. 

Actualmente el ACV es una de las principales causas de morbimortalidad combinada en el mundo entero, afectando a 15 millones de personas por año, a la vez que se sabe que es la primera causa de discapacidad en el adulto, la segunda causa de demencia y la estadística muestra que uno de cada cuatro adultos tendrá un ACV durante el transcurso de la vida. 

“Según proyecciones a nivel nacional a partir de los datos del Estudio Epidemiológico Poblacional sobre Accidentes Cerebrovasculares (EstEPA) en Argentina el 2% de la población mayor de 40 años vive con secuelas de un ACV previo, lo que representa más de 340 mil personas; además cada año se producen entre 50.000 y 60.000 nuevos casos”, afirmó el Dr. Sebastián Ameriso, Jefe del Departamento de Neurología y Jefe del Centro Integral de Neurología Vascular del Instituto FLENI. 

El estudio EstEPA es único en su tipo en Latinoamérica: evaluó durante 6 años la prevalencia, incidencia, carga de enfermedad y mortalidad del ACV en nuestro país. Fue realizado en forma articulada entre FLENI, FINEP, ADERID y la Municipalidad de General Villegas a través del Hospital y de la Dirección de Educación, UNNOBA y del Círculo Médico de General Villegas.

Además, otros resultados destacados de la investigación son la confirmación de la hipertensión como el principal factor de riesgo cerebrovascular (asociada en el 88% de los casos), la alta frecuencia de las apneas obstructivas del sueño en pacientes con ACV (51%) y las dislipidemias (46%).

“Un ACV no termina con el tratamiento en la fase aguda. Actualmente, el 70% de las personas que lo han sufrido tienen secuelas que afectan su calidad de vida. Además, el riesgo de recurrencia es alto, principalmente en los días posteriores al tratamiento. La mejoría de las secuelas generalmente se da con paciencia, esfuerzo y rehabilitación”, completó el Dr. Ameriso.

“Esta patología que es más frecuente de lo que se piensa, tiene consecuencias severas para el paciente, su familia y la sociedad por las secuelas funcionales, que van desde alteraciones motoras, con trastornos de la motilidad de brazos y piernas, hasta el deterioro cognitivo y dificultad en la expresión de la palabra oral o de la escritura, entre otras”, sostuvo el Dr. Miguel Castro Ríos, médico hematólogo, coordinador de la Comisión Directiva del Grupo CAHT y ex presidente de la Sociedad Argentina de Hematología.

Reducir los factores de riesgo

Como sucede con todas las enfermedades que originan la formación de coágulos, la prevención se basa en reducir los factores de riesgo cardiovasculares como la hipertensión arterial, la diabetes, la obesidad, la dislipidemia y la vida sedentaria. 

La Dra. Dolores Puente, médica hematóloga, miembro del Comité Organizador del Día Mundial de la Trombosis en Argentina del Grupo CAHT señaló: "Gracias a la educación continua se logró prevenir el infarto cardiaco, donde la aparición del dolor de pecho motiva la consulta que lleva al tratamiento de la enfermedad coronaria. Lamentablemente no existe la misma concientización con respecto a la aparición de síntomas neurológicos transitorios (accidente isquémico transitorio –AIT), como la dificultad de mover un brazo o pierna o los músculos de la cara, trastornos en el habla, cefalea, vértigo, mareos o trastornos visuales que si se diagnostican tempranamente y se intenta disolver el coágulo (trombosis) en las primeras cuatro horas, evitan la isquemia definitiva con la muerte irreversible de las neuronas del cerebro, de allí la afirmación de que ‘El tiempo es cerebro’”.

Con la consigna de la Sociedad Internacional de Hemostasia y Trombosis (ISTH por su sigla en inglés) "La vida debe fluir", el Grupo Cooperativo Argentino de Hemostasia y Trombosis (CAHT) incorporó a la campaña de prevención denominada: "El tiempo es cerebro". 

Los especialistas se encargaron de insistir en que para llevar una vida sana es fundamental aprender a tener un cuerpo sano y que esto se logra con una correcta alimentación, con actividad física frecuente, con corrección del exceso de peso, de la hipertensión arterial y de la diabetes. Por eso es necesario tener controles médicos periódicos y concurrir a la consulta cuando aparecen síntomas no habituales.

“Para lograr este objetivo de prevención, la educación debe ser multidisciplinaria, con la participación de todas las especialidades médicas y no médicas, como los entrenadores deportivos y fisioterapeutas, entre otros”, añadió el Dr. Castro Ríos.

Tipos de trombosis

Las trombosis normalmente se clasifican según el lugar del cuerpo en el que se producen. Están las trombosis venosas y las trombosis arteriales, dependiendo de si el coágulo se desarrolla en una vena o en una arteria. Ambas se originan mediante mecanismos fisiológicos similares influenciados por factores de riesgo adquiridos o heredados.

El tromboembolismo venoso (TEV) es una afección en la que los coágulos de sangre se forman con mayor frecuencia en las venas profundas de la pierna, conocida como trombosis venosa profunda (TVP), y pueden viajar en la circulación y alojarse en los pulmones, conocida como embolia pulmonar (EP).

Por su parte, el tromboembolismo arterial ocurre generalmente debido a la acumulación de depósitos de grasa o calcio (placa) en las paredes de las arterias. Cuando esa placa se desprende, puede generar un trombo que viaje por el torrente sanguíneo hasta detenerse y obstruir el normal flujo de la sangre. Si eso sucede en las arterias que suministran sangre al corazón, puede producir un infarto de miocardio y si ocurre en las arterias del cerebro, un ACV.

Iluminarán monumentos emblemáticos

Como conmemoración del Día Mundial de la Trombosis, este miércoles se iluminarán de rojo y azul monumentos emblemáticos con el objetivo de crear mayor conciencia sobre esta enfermedad, incluyendo el conocimiento de sus causas, los factores de riesgo de padecerla y las principales estrategias de prevención y tratamiento.

La iluminación se realizará entre las 19 y las 24 y, entre otros, están confirmados en la Ciudad de Buenos Aires el Planetario, el Puente de la Mujer, el Palacio Lezama, la Torre Monumental y la Floralis Genérica, así como habrá muchos otros en el interior del país.

“Nuestro objetivo es que la iluminación de los monumentos emblemáticos contribuya a crear una mayor conciencia sobre la importancia de llevar una vida saludable que nos permita prevenir las trombosis y acudir al especialista o médico de cabecera ante la aparición de cualquier síntoma inusual que nos despierte sospechas”, concluyó la Dra. Dolores Puente.