Estar cerca de la edad jubilatoria (60 años para las mujeres y 65 para los hombres) obliga a reformular preguntas que se hacían a los niños: "¿Qué querés ser cuando seas grande?", por "¿Qué vas a hacer cuando seas viejo?"

No suena demasiado inspiradora para hacer planes la jubilación mínima, que cobraba, a fin de 2024, la mayoría de los 6 millones y medio que integran el padrón de Anses, según estadísticas oficiales recabadas por la agencia Noticas Argentinas

Serían $ 329.599 mensuales (incluyendo un bono de $ 70 mil), aunque gran parte de quienes lo perciben entraron por moratoria, es decir, sin tener los años de aportes al sistema previsional.

De todos modos, los números no son alentadores, al estar la Canasta Básica Total (CBT) de la Ciudad de Buenos Aires y alrededores valuada en $ 302.151 por hogar.

Y al terminar el año, una familia tipo necesitaba ganar al menos $ 1.280.543,75 para ser considerada de de clase media, condición en que revisten no más de 700 mil hogares.

Cómo se vive de una jubilación 

Investigadores de la UBA y de CONICET llegaron a la conclusión de que 1 de cada 3 jubilados es pobre en la Argentina y que, durante el último año, más de medio millón de jubilados (542 mil) ingresaron a la situación de pobreza.

Las cifras dan una idea de cómo se vive con una jubilación sin ayuda familiar, un respaldo de ahorros o un refuerzo salarial en el ingreso cuando no se pasa a retiro.

O sea que si fuera por la billetera, jubilarse sería un castigo, máxime si las cuentas pecuniarias por sí solas definen la calidad de vida de quienes cruzan la frontera hacia la tercera edad.

El retiro laboral se asocia muchas veces con un periodo final de la vida, pero según cómo se lo encare puede ser un reimpulso para cumplir deseos pendientes y capitalizar la experiencia en nuevos emprendimientos.

Harvard Business Review tiró sobre el tapete un tema no menor, como es la relación entre la edad en que se pasa del plano activo al pasivo y la tasa de mortalidad.

Una encuesta longitudinal de estadounidenses de 50 años o más para un estudio de Salud y Jubilación, cuya investigación estuvo a cargo de Chenkai Wu, estudiante de doctorado en salud pública en la Universidad Estatal de Oregón, junto con los profesores de la OSU Robert Stawski y Michelle Odden y Gwenith Fisher, de la Universidad Estatal de Colorado, demostró que hubo un 11% menos de muertes en personas que se habían jubilado a partir de los 66 años, respecto de la mayoría, que optó por hacerlo cumplida la edad reglamentaria.

Los casos analizados fueon 2.956 personas que habían comenzado a participar en 1992 y se jubilaron en 2010.

Acción empresarial

Organizaciones como Diagonal Asociación Civil y empresas como La Caja y Grupo Osde están desarrollando iniciativas para acompañar a sus colaboradores a transitar la antesala a la jubilación, según la publicación especializada Diversa.

Bucean a través de acciones directas y talleres las herramientas y recursos con que se puede contar, más allá del rol laboral, se tratan las emociones que se cruzan (incluido el duelo que implica el fin de un proceso) y los miedos que surgen sobre el futuro económico-financiero.

Todo conduce a pensar en nuevos hábitos posjubilatorios y a generar una actitud emprendedora.

“Hay una nueva vejez que diseñar y planificar. Depende de cada uno cómo lo hace. Hay muchos caminos y está bueno darse la oportunidad de abrir la cabeza, de ver alternativas, de informarse”, subraya Alicia Rozemblum Szew, facilitadora de los talleres que brinda la organización Diagonal.

Destaca, asimismo, la importancia de que desde las empresas se aporten estos recursos a sus colaboradores próximos a jubilarse, a través de charlas y talleres: “Serán embajadores de la marca forever, porque sienten que han tenido acompañamiento en sus años profesionales pero que no le soltaron la mano cuando se tenían que retirar”.

Esta nueva longevidad se enmarca también en la silver economy, donde el mercado busca atender las necesidades y consumo de los +50 y para eso requiere de la experiencia y el talento de esta población. Esto abre oportunidades para personas en edad de jubilarse que quieran reinvertarse, hacer voluntariados y/o continuar con actividades laborales con requisitos más flexibles, aportando su mirada en equipos intergeneracionales.

Boca a boca

El testimonio de quienes formaron parte de estos talleres es fundamental para que el programa crezca año tras año.

“El boca a boca funciona porque la jubilación no es un tema que convoque. En general causa cierto rechazo porque hay mucho prejuicio y estigmas alrededor de ser un jubilado. Las personas tienden a no verse identificados con esa etapa, entonces es un desafío revertir eso. 

El sitio web Humanidad, editado por Arnaldo Paganettí, desgrana que el tránsito a la vejez reconoce tres etapas tentativas: una, entre los 34 y los 60 años, la segunda entre los 60 y 78 años y a partir de esa edad, la senectud, sobre la base de un estudio científico realizado por la Universidad de Stanford, que analizó el plasma de más 4.000 personas entre los 18 y 95 años.

La progresión estadística del deterioro que identifica a la tercera edad fue relativizada, desde que la División de Población de las Naciones Unidas informó que la esperanza de vida en una persona se prolongó del promedio actual de 73,4 años a 77,3 hacia el 2050.

El nuevo escenario inspiró al psiquiatra Manuel Posso Zumárraga a identificar con un nuevo término a un grupo de adultos de 60 años para arriba: los sexalescentes.

Está comprendido por hombres y mujeres que manejan las nuevas tecnologías, modernos, progresistas, con ganas de disfrutar de la vida, aprender, colaborar con la sociedad, viajar, conocer gente nueva, y ser dueños de su destino, renunciando a la ubicación como personas de la tercera edad.

Talleres

La propuesta de las entidades aseguradoras parte de una disminución horaria paulatina desde el tercer mes previo a la salida laboral, a fin de contribuir con la adaptación a los cambios de la nueva etapa.

Consisten en dos entrevistas individuales y cuatro talleres grupales. La inscripción es voluntaria y los participantes no están obligados a tomar una decisión respecto de su retiro.

Cómo suplir, por ejemplo, una rutina de 8 o 9 horas diarias en la empresa se convierte en una “segunda etapa de la orientación vocacional”, si bien al mismo tiempo se abre un espacio de información sobre cuestiones legales, administrativas y de cálculos de haberes con el asesoramiento de un representante de Relaciones Laborales e integrantes de la comisión gremial.

Son incorporadas charlas sobre edadismo y convivencia intergeneracional que apuntan a eliminar mitos y sesgos sobre la edad; y se suman aportes para el fortalecimiento de habilidades y aquellas actividades que generen placer y contribuyan al bienestar después del retiro laboral.

En 2024, tras seis años de experiencia, el 93% de las personas próximas al retiro se sumaron al programa.