Un robo a turistas en el playón del tradicional parador Atalaya, en la autovía 2, desembocó en que un policía que estaba de civil se enfrentó con tres delincuentes: a uno lo hirió de un tiro, otro fue detenido y el restante prófugo.

El hecho ocurrió un rato después de mediodía cuando una familia que iba camino a la costa atlántica, en pleno recambio de quincena, había bajado a comprar medialunas y  malechores que llegaron en un Volkswagen Up blanco intentaron sustraerles del Jeep Renade, que había quedado estacionado, un reproductor de música tipo iPod y otras pertenencias. 

Se hubieran salido con la suya si no fuera que la alarma del vehículo empezó a sonar y una mujer gritó insistentemente: "me robaron, me reobaron", mientras su pareja lograba recuperar el dispositivo que se estaban llevando.

Pero todo no iba a terminar ahí, ya que el sargento Marcelo Giménez -del Cuerpo de Infantería de Avellaneda-, que no estaba uniformado, se identificó y les dio la voz de alto.

Como respuesta, uno de los delincuentes le disparó y trató de atropellarlo con el vehículo. Fue entonces cuando el oficial desenfundó el arma reglamentaria y lo hirió de gravedad.

Sonaron dos tiros que sembraron el pánico entre los clientes que estaban en el local aprovisionándose de las famosas medialunas.

Uno de los acompañantes intentó escapar a pie, pero otros agentes que habían llegado alertados por el 911 lo atraparon. Un tercer sujeto logró escabullirse y desaparecer.

Todo lo sucedido está registrado en las cámaras de seguridad. Los detenidos fueron identificados como Brian Federico Torales (30) y Diego Hernán Cabilla (47), este último herido de bala y trasladado al Hospital de Chascomús.

La investigación quedó a cargo del fiscal Jonatan Robert de Chascomús, quien imputó a los acusados por tentativa de hurto y por violar el artículo 289 del Código Penal relacionado con la falsificación.