El punto de mayor altitud de la famosa Ruta 40 está ubicado en la provincia de Salta, en un paraje conocido como “Abra del Acay”, que se encuentra a 4.895 metros sobre el nivel del mar y que fue declarado con un monumento provincial en 1995 a causa de su “belleza paisajística”. 

A este punto se lo conoce también como el “nido del viento blanco” y es el paso carretero más alto de un ruta nacional exceptuando a Asia, que tiene al puerto de montaña de Semo La, ubicado en El Tibet, que casi parece rozar el cielo con sus 5.565 metros de altitud sobre el mar. 

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El Abra del Acay está ubicado el departamento de La Poma, 45 kilómetros al sudeste de San Antonio de los Cobres y a 231 km de la ciudad de Salta y es un paso de montaña que une la puna con el Valle Calchaquí superior, generado impacientes y disímiles vistas teniendo en cuenta que se pasa de las frías y áridas montañas de la cordillera hasta un valle rico en aguas de deshielo a verdes campos de cultivos y cerros rojizos. 

La Ruta 40 es la más extensa que tiene la República Argentina, corre en forma paralela a la Cordillera de los Andes, atravesando el país de Norte a Sur. Tiene 5.224 kilómetros de longitud y Abra del Acay está situado en el km 4.601. La construcción de este paso se finalizó en 1960 y se tomó como parámetro para hacerlo lo que había sido el viejo Camino del inca, que se conoce también como la red vial de Tahuantinsuyo.  

Este pasajes carretero ofrece grandes y disímiles vistas panorámicas, desde el cual se pueden apreciar las Salinas Grandes, el Nevado de Chañi, el Volcán Tuzgle, el nacimiento del Valle Calchaquí y la cima del Nevado del Acay, cerro en el que está emplazado Abra del Acay y que llega hasta casi los seis mil metros de altura. 

Cómo llegar a Abra del Acay y qué cuidados hay que tener

Partiendo desde Salta en auto hay que tomar la Ruta Provincial 28 hasta Gral. Arenales, luego la RP 24, la RP 23, la RP 77 y el camino a Corralito hacia la Ruta Nacional 51 hasta la localidad de Munano, cuando se toma la RN 40 y se baja hacia Abra del Acay. En total son 223 kilómetros serpenteantes, muchos de ripio, que se hacen en 4h33m, por lo que hay que tener mucho cuidado a la hora de manejar.

Además, los usuarios han estado reportando en los últimos tiempos que el pasaje se encuentra bastante dañado y que varios de los cursos de agua que cruzan el camino cuando hay deshielos están desbordados y no hay puentes. También destacaron que es un recorrido para hacer con paciencia y generalmente en primera y segunda marcha.