La justicia porteña condenó hoy a dos hombres extranjeros por haber comercializado cocaína en el ámbito de la Ciudad de Buenos y también en diferentes localidades bonaerenses.   

Ambos fueron sentenciados a la pena de cinco años y medio de prisión por la venta, acopio y comercialización de material estupefaciente (Ley 23.737).   

En este sentido, el ciudadano brasileño fue deportado por su situación migratoria irregular y por poseer antecedentes por el mismo delito.   

La División Investigaciones Antidrogas Zona IV llevó a cabo tres allanamientos a principios de junio, uno de ellos en el barrio porteño de Congreso y otros dos en la localidad bonaerense de Avellaneda, donde se incautaron seis kilos de cocaína, una prensa para darle "valor comercial" a los ladrillos, 27 kilos de polvo blanco para el armado de la droga, cogollos de marihuana, teléfonos celulares, dinero en efectivo y máquinas contadoras de billetes.   

La investigación se inició en marzo a raíz de denuncias de vecinos de Congreso que indicaban que en un hotel ubicado sobre la calle Hipólito Yrigoyen se comercializaban drogas. Por ese motivo los detectives de la Policía y la intervención de la Unidad Fiscal Especializada en Delitos Vinculados con Estupefacientes (UFEIDE) comenzaron un trabajo de tareas encubiertas en el lugar, donde constataron que un delincuente vendía drogas tanto en el lugar como así también en barrios cercanos y localidades bonaerenses.   

De los seguimientos realizados sobre esta persona se pudo obtener que su proveedor se movilizaba en autos de alta gama que se había radicado junto a su familia, con domicilio en la localidad de Avellaneda, y barrios porteños como Constitución, San Nicolás, Monserrat, Congreso y Once.   

Un distribuidor de drogas de nacionalidad brasileña y su proveedor, que vivía en la provincia de Buenos Aires, un ciudadano dominicano y que trasladaba esta mercadería para ser comercializada en la ciudad de Buenos Aires, Lomas de Zamora, Avellaneda y Lanús, fueron detenidos por las autoridades.   

Por otra parte, se efectuó el seguimiento de un "eventual cliente" quien previamente le había comprado sustancias ilegales al brasileño y sin evidenciar ni dar conocer la pesquisa, se secuestraron dos envoltorios de cocaína (que al momento de realizar el reactivo, arrojó rápidamente que se trataba de esa sustancia) con lo que se comprobó fehacientemente que era el material estupefaciente que distribuían y la pureza de la droga.