Desde 1941 todos los 15 de junio se celebra en la Argentina el Día Nacional del Libro, con el objetivo de valorar la importancia de los textos culturales y de la lectura. Este mes, además, es muy importante para nuestro país a nivel literatura porque el lunes 13 de junio se celebró el Día del Escritor y hay ofertas literarias de todo tipo para consumir. 

Cómo es sabido, en la Argentina existieron grandes escritores que dejaron huella y muchos de ellos estuvieron asentados en Buenos Aires, donde vivieron en casas que fueron conservadas y todavía se pueden visitar. A continuación, una selección de tres viviendas en las que se puede conocer parte de su legado. 

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Jorge Luis Borges - Adrogué 

Jorge Luis Borges está considerado a nivel mundial como uno de los mejores escritores de la historia y durante un tiempo de su vida vivió en la Avenida Almirante Brown 301, en el barrio de Adrogué, zona Sur de Buenos Aires. El autor solía pasar los veranos de la década del ´40 en esta residencia y escribió allí obras importantes como “El Aleph” (1949). En el año 2011 la Municipalidad local convirtió a esta casa en un Museo que se puede visitar. Hay un frase muy reconocida de Borges sobre este lugar que reza: “En cualquier lugar del mundo en el que me encuentre, cuando siento el olor de los eucaliptos, estoy en Adrogué”. 

Ernesto Sábato - Santos Lugares 

En la calle Severino Langeri 3135 de Santos Lugares, Partido de 3 de Febrero, se encuentra una de las casas en las que vivió el autor de obras reconocidas de la literatura nacional como “El Túnel” (1948) y “Sobre Héroes y Tumbas” (1951). Esta propiedad se convirtió en museo en 2014 y actualmente se puede visitar. Tiene un comedor amplio, la biblioteca personal, el escritorio del autor y también un jardín muy lindo por el que Sábato solía pasear. Alguna de las visitas guiadas, que se realizan los días sábado, las dan sus nietos. 

Ricardo Rojas - Ciudad de Buenos Aires 

El escritor y ensayista político Ricardo Rojas vivió en esta casa ubicada en la calle Charcas 2837, en el barrio porteño de Palermo, desde 1929 hasta su fallecimiento en 1957. Su viuda Julieta Quinteros donó todo el patrimonio de Rojas al Estado, cumpliendo con el deseo de su marido de que la propiedad se convierta en un museo y biblioteca, algo que ocurrió en 1958. La casa tiene una biblioteca y hemeroteca con más de 25 mil volúmenes y actualmente puede ser consultada.