Uno de los atractivos geológicos más lindos de la Argentina se encuentra en el Parque Provincial Ischigualasto, que está ubicado en el Valle de la Luna, San Juan: se trata de la famosa “Cancha de Bochas”, que recibe el nombre por la gran cantidad de piedras esféricas que allí se pueden encontrar. 

Muchas piedras son redondas, casi perfectas, e incluso llegan a asemejarse a una pelota de fútbol, por lo que cuesta imaginarse que la erosión y la naturaleza las hayan pulido de esa forma. Hasta el momento no existe una explicación unánime sobre este fenómenos y los científicos continúan realizando conjeturas e intentando probar sus teorías. 

Cómo se formó la Cancha de Bochas del Valle de la Luna

La explicación más común que brindan los guías turísticos es que el origen de la Cancha de Bochas se supone que viene de la erosión de antiquísimos materiales arsénicos, que produjeron rodados perfectamente esféricos de variado calibre y, con el correr del tiempo, las bochas quedaron englobadas de una masa detrítica que las retuvo conservadas en su interior, según datos recabados por el sitio oficial Turismo en Argentina

Luego, al reactivarse la erosión, se acercan hasta que aparecen diseminadas en un área restringida del parque. Otra explicación sugiere que el fenómeno se dio por atracción molecular que provocó que se agruparan diversas partículas de sedimento, pero lo cierto es que lo más lindo es visitar este hermoso lugar más allá de lo que pueda o no haber explicado la ciencia. 

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¿Cuánto se tarda en conocer el Parque Provincial de Ischigualasto?

Este parque está situado al noroeste de la Provincia de San Juan y limita al norte con La Rioja. Su elevación máxima está en los 1.800 metros por sobre el nivel del mar y para visitarlo se debe acceder a través de la RN 150. Lleva tres horas recorrerlo con visita guiada en vehículos particulares. 

Los puntos de interés más significativos son: la mencionada Cancha de Bochas, el Submarino, el Hongo y el Valle Pintado. Otro de los puntos imperdibles es el Cerro Morado, en el que puede apreciarse la “chimenea” de un volcán que ya no se encuentra en funcionamiento. 

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