Comienza el juicio contra el único imputado que tiene la causa por el crimen de Roberto Sabo, kiosquero de Ramos Mejía. Su asesinato generó conmoción, pero también una catarata de repudios ante los reiterativos hechos delictivos que se viven desde hace tiempo en el Conurbano.

El Tribunal Oral en los Criminal N°2 de La Matanza llevará a cabo este martes el juicio contra Leandro Daniel Suárez, un delincuente con antecedentes que robó el kiosco de Sabo, pero también se llevó la vida del comerciante.

Según la reconstrucción de los hechos el hombre de 30 años se bajó de un remise junto a una chica de 15 años, entró al local con una pistola semiautomática 7,65 milímetros y un revólver calibre 22, y sin mediar palabra le robó 10 mil pesos y le propinó cuatro disparos que terminaron con la vida del comerciante en el acto. 

Tras el asesinato ambos también robaron el auto del remise con el que fueron hasta Ramos Mejía, pero a los pocos metros chocaron, decidieron entrar a un supermercado para esconderse y luego le robaron la moto a un repartidor, pero la policía ya había sido alertada de lo sucedido y a los minuto fueron detenidos en plena vía pública.

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Así fue la detención del hombre de 30 años y la adolescente de 15.

Por el hecho el juzgado lo imputó por robo agravado por el uso de arma de fuego y por la participación de un menor de edad, homicidio criminis causa, portación y tenencia ilegal de arma, robo agravado y hurto agravado, todos en concurso real entre sí. 

Aunque el acusado se negó a declarar, en la audiencia lloró y pidió no recibir cadena perpetua por el asesinato. Con relación a la adolescente que lo acompañaba, al ser menor es inimputable y por eso la Justicia resolvió alojarla en un instituto de menores, así como también brindarle atención médica por estar embarazada.

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Tensión con la policía en una de las marchas para exigir justicia.

Luego del crimen familiares de Sabo realizaron diversas protestas para exigir justicia, así como también vecinos de Ramos Mejía que se mostraron furiosos por el mal manejo policial. Sus hijos, protagonistas del doloroso momento, señalaron en todo momento que querían irse del país porque estaban "cansados" de vivir de esta manera.

En este hecho y como en otros tantos, muchos manifiestan que los delincuentes no salen mejor de la cárcel. El imputado por este crimen había salido en agosto de 2020 después de haber estado encerrado seis años por dos robos.