El cabo primero David Cayatta, un ex custodio y chofer del tucumano José Alperovich, fue liberado tras permanecer momentáneamente privado de su libertad como “testigo reticente” al declarar en el juicio oral por el presunto delito de abuso sexual agravado que afronta el ex gobernador, a raíz de la denuncia de una sobrina y empleada.

Cayatta estuvo alojado en una dependencia del Tribunal Oral número 29 a instancias del fiscal Sandro Abraldes, quien lo consideró “testigo reticente”.

El juez Juan Ramos Padilla, a cargo del juicio, dispuso la retención del chofer y le pidió que “reflexionara” sobre su conducta.

Después de varias horas, Cayatta volvió a ser convocado para declarar y persistió en sus respuestas evasivas, por lo que el fiscal Abraldes pidió que fuera imputado por el delito de “falso testimonio" o "encubrimiento”.

El juez no hizo lugar al planteo y difirió una decisión al respecto para el momento de la lectura del veredicto.

Alperovich comparece como acusado por el delito de abuso sexual agravado contra una joven que es su sobrina y, a la vez, fue su empleada.

Cayatta comenzó a ser interrogado por la fiscalía porque conocía a la denunciante, había intercambiado mensajes de Whatsapp con ella sobre las supuestas situaciones de las que era víctima e incluso tenía un trato afectuoso y confidente con ella.

La presunta víctima conservaba esos mensajes pero el testigo los había borrado de su celular.

Como testigo, Cayatta estaba a obligado a responder con la verdad sobre todo lo que supiere y le fuere preguntado, pero el fiscal entendió que estaba mintiendo en sus respuestas.

Aun cuando el juez hubiera decidido postergar una decisión sobre su situación, el fiscal podría denunciarlo igualmente antes de que finalice el debate.