Políticos retirados: del poder al silencio
Tuvieron millones de votos y fueron tapa de diarios y revistas, pero se alejaron de la escena pública y poco se sabe de ellos.
Tuvieron millones de votos. Fueron tapa de diarios y revistas. Ocuparon el prime time de la televisión. Protagonizaron actos multitudinarios. Toda la sociedad habló de ellos. Pero un día, de repente (o no tanto) se alejaron de la escena pública. Entraron en un túnel de ostracismo y silencio. Se convirtieron en un enigma. Casi nadie supo más nada de ellos. Y la política pareció olvidarlos. Newsweek indagó sobre qué fue de la vida de 10 referentes políticos de los más importantes de las últimas décadas y que hoy están alejados de toda actividad partidaria.
Carlos “Chacho” Álvarez fue, sin dudas, una de las figuras más rutilantes en la década del ’90. A tal punto que se postuló a la Vicepresidencia en dos ocasiones. Primero junto a José Octavio Bordón (FREPASO) en 1995, quedando segundos (29,3%, 5 millones de votos) detrás de Carlos Menem que fue reelecto (49,9%). La segunda fue la vencida. En 1999 acompañó a Fernando De la Rúa: ganaron con el 48,3% contra el 38,2% de Eduardo Duhalde-Ramón “Palito” Ortega (PJ). La Alianza conquistó más de 9 millones votos. Fue el clímax de su popularidad de “Chacho”. Un año después, Álvarez renunciaría, enojado por el escándalo de los “sobornos en el Senado” que involucraban a su Gobierno. Desde ese momento, se llamó al silencio. Y entró en un ostracismo político que aún hoy mantiene.
Sin embargo, “Chacho” tuvo alguna irrupción en la escena pública. Primero como Presidente de la Comisión de Representantes Permanentes del MERCOSUR, entre 2005 y 2009, y luego como Secretario General de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), de 2011 a 2017. Hoy, a sus 74 años, Álvarez participa de grupos de estudios sobre Latinoamérica y realiza informes de coyuntura política para empresas. Está escribiendo un libro sobre la región y mantiene reuniones permanentes con dirigentes de diferentes partidos.
José Octavio Bordón tuvo cénit político en aquella elección presidencial donde compitió con Menem en el ‘95. Cosechó el 30% de los votos. No pudo con el candidato de la Convertibilidad que había frenado la inflación. Después de aquel momento tan impactante, “Pilo” Bordón, ex gobernador de Mendoza (1987-1991), no volvió a competir electoralmente. Fue embajador en los EE.UU. (2003-2008), durante el gobierno de Néstor Kirchner, y en Chile (2016-2019), con Mauricio Macri.
Hoy asegura ante Newsweek: “Es cierto que lo que más me gustó fue hacer política, pero nunca me atornille a ningún cargo. Sigo vinculado desde otro plano”. Hoy es el presidente de Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI). Y participa en seminarios sobre políticas públicas y liderazgo en distintos ámbitos.
El clímax de la historia política de Horacio Massaccesi lo vivió también en 1995. Allí compitió por la Presidencia. Y quedó tercero, representando a la UCR, detrás de Menem y Bordón. Obtuvo el 17,8%, casi 3 millones de votos.
Massaccesi cuenta hoy: “No siento nostalgia. Fueron 20 años de mucha intensidad. Pasé por todos los cargos posibles en muy poco tiempo. Siempre encabecé las listas y puedo caminar tranquilo por las calles de Viedma (donde vive) o en cualquier lugar del país”. Hoy está lejos de cualquier cargo electoral y de la dirección del diario “Noticias de la Costa”, que fundó cuando dejó la política. Massaccesi está retirado y vive de su jubilación como senador mientras ejerce como abogado particular.
Del mismo partido, la UCR, proviene Juan Manuel Casella, quien llegó a ser candidato a vicepresidente en la fórmula encabezada por Eduardo Angeloz en 1989. En el ocaso del gobierno de Raúl Alfonsín compitieron con la dupla Carlos Menem-Eduardo Duhalde. Y perdieron. El PJ obtuvo el 47% y la UCR el 37%. Aún así, con todo el escenario en contra por la hiperinflación y los saqueos, lograron cosechar 6,2 millones de votos. Dos años antes, había sido derrotado en la carrera a la Gobernación bonaerense frente a Antonio Cafiero, pero “perdimos apenas por 300.000 votos”, recuerda.
Su último cargo electivo fue en 1997: se postuló a diputado por la Alianza. Esa banca la dejaría luego para ser embajador en Uruguay hasta la caída de De la Rúa en la crisis de 2001. Casella no compitió más en las urnas, aunque aclara a Newsweek que preside la Fundación Ricardo Rojas: “Participo de ateneos y seminarios de debate. Nunca dejé la política, su organización y el debate de ideas”.
De origen también radical, Eugenio “Nito” Artaza puso una pausa en su exitosa carrera artística para sumergirse en el mundo de la política. Lo hizo primero como cara visible de los ahorristas que quedaron atrapados en el “corralito”, tal como le pasó a él.
Y luego en la competencia electoral. Su consagración llegaría en 2009 cuando ganó una banca en el Senado por la provincia de Corrientes. Luego intentaría competir por la Gobernación de su provincia, pero sin conquistarla.
Hoy se alejó de los cargos electivos aunque sigue interesado en la política. En diálogo con Newsweek, Artaza contó que está abocado al espectáculo. Presentó una obra (“Cobra K”) que significó “la vuelta a la calle Corrientes del Teatro de Revistas” y prepara ”Barrilete Cómico”. Además escribe una comedia musical para el verano y acompaña a su pareja, Cecilia Milone, en la gira de “Drácula”.
Sin ningún cargo, sigue activo en la política. “Me identifico con el Frente Renovador de Sergio Massa”. Tiene su partido, Cambio Popular, en su provincia. «La política es un camino de ida para mí. Me apasiona. Aunque soy un actor que hace política, me cuesta dejarla”. Y se enorgullece de ostentar el récord de 300 proyectos presentados en sólo un mandato en el Senado.
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Por su parte, la cima del apoyo popular de Gabriela Michetti la conquistó en el ballotage de 2015, cuando acompañó a Mauricio Macri en la fórmula presidencial. Los votaron 13 millones de personas (51,34%). Derrotaron a la dupla Daniel Scioli-Carlos Zannini que cosechó 678 mil sufragios menos (48,66%). Antes había sido, diputada nacional (2009-2013), vicejefa de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (2007-2009) y senadora (2013- 2015), siempre a la cabeza de las listas y siendo la candidata más votada en la Capital Federal.
Sin embargo, después de ese momento de enorme exposición política, Michetti desapareció de la escena pública cuando el gobierno de Macri dejó su paso al de Alberto Fernández. Desde ese momento, nada se sabe de ella. El ostracismo de Michetti fue total.
Desde que se retiró del poder, Michetti se dedicó de lleno a cuestiones familiares. En especial al cuidado de sus padres que, a su avanzada edad, necesitan una atención permanente por cuestiones de salud en su Laprida natal. Todos los meses, Michetti viaja una semana para cuidarlos. En el 2020, año de la Pandemia, la ex vicepresidenta se instaló allí. “Pareciera que Dios me hubiera puesto esto de no tener otro trabajo para poder dedicarle todo este tiempo a ellos”, cuenta a Newsweek.
Además está cursando una diplomatura, vinculada a la Iglesia Católica, para ser “acompañante espiritual” (donde confluyen distintas disciplinas como la Psicología, la Teología, entre otras). “Me interesan mucho esas cosas; trabajé junto a la Iglesia desde chiquita y necesitaba renovar el espíritu”, explica.
Graciela Fernández Meijide fue una pieza clave en el final del menemismo. De hecho, su triunfo en las elecciones legislativas de 1997 en la provincia de Buenos Aires (48% de los votos), derrotando a Hilda “Chiche” Duhalde (41%), fue fundamental para la victoria nacional de la Alianza y la debacle del oficialismo. Ese fue el primer paso. En 1999, Fernández Meijide competiría por la Gobernación bonaerense pero fue derrotada por Carlos Ruckauf. La diferencia fue mínima: apenas 150.000 votos. Esos 3,5 millones de votos fueron su clímax electoral.
Hoy, a los 91 años, está lejos de la actividad partidaria. Aunque no de la política. Participa del Club Político Argentino y de la Mesa de Derechos Humanos, otro búnker de pensamiento donde se discute sobre “lo que pasa con la izquierda en América Latina”, cuenta a Newsweek. Además conduce un programa en Radio Ciudad llamado “Por qué”.
Cuando abandonó la política partidaria se dedicó a escribir algunos libros. El primero, “La Ilusión”: “Fue para salir de la depresión que me generó la frustración por lo que pasó con la Alianza. Creía mucho en ese proyecto y aún hoy creo que era una interesante alternativa para la Argentina”, explica. Luego vinieron otras publicaciones: “La historia íntima de los Derechos Humanos en la Argentina” y “El diálogo” que retrató las conversaciones que mantuvo con el ex dirigente montonero Héctor Leis (en Brasil) antes de su muerte.
Pero no son las únicas figuras que pasaron por la política con un caudal gigantesco de votos y luego se alejaron para siempre. Francisco De Narváez conoció el pico de la gloria política en las legislativas de 2009 cuando en la provincia de Buenos Aires derrotó al tanque oficialista de entonces: la boleta encabezada por Néstor Kirchner, Daniel Scioli y Sergio Massa. Con 2,7 millones de votos, asumió como el primer diputado de origen extranjero (nació en Colombia) en llegar a la Cámara. En 2015 abandonó la política. Hoy, a los 68 años, volvió de lleno a su actividad como empresario al frente de Changomás, la representación local de Walmart.
Ramón “Palito” Ortega fue gobernador de Tucumán (1991-1995) y luego, en 1999, acompañó a Duhalde en la fórmula presidencial. Cosecharon 7,2 millones de votos pero fueron derrotados por De la Rúa-Álvarez . Luego de eso, “Palito” abandonó por completo la política. Hoy, a sus 81 años, está realizando una gira despedida de su extensa carrera como artista por todo el país.
Por su parte, Alberto Pierri, fue el poderoso presidente de la Cámara de Diputados durante los diez años de menemismo. Luego se alejó de la política para siempre. Hoy es el dueño del sistema de cable Telecentro y de Canal 26.
Así, estas 10 figuras insoslayables de la política de las últimas décadas dejaron atrás ese caudal electoral que los puso en la cima del poder. Ese poder al que abandonaron. Y se alistaron en el silencio. Del poder al silencio.
(*) Nota publicada originalmente en la edición impresa de Newsweek Argentina.