Parrilli, sobre el juicio por la frustrada impresión del libro 'La década ganada': "Es una persecución política"
Rechazó los cargos por presunta defraudación en perjuicio de la administración pública y manifestó que se siente "vejado por una causa injusta".
El senador nacional del Frente de Todos Oscar Parrilli comenzó hoy a ser juzgado por la frustrada impresión de un libro titulado “La década ganada”, por el que se pagó un adelanto de 800 mil pesos desde la Secretaría General de la Presidencia a la Casa de la Moneda.
Parrilli está acusado de “defraudación en perjuicio de la administración pública”, pero en su indagatoria replicó que “el dinero salió de un bolsillo del Estado y fue a otro bolsillo del Estado”.
“Me siento vejado por una causa injusta que es una persecución política”, se quejó Parrilli, argumentando que no existió perjuicio para las arcas públicas.
“¿Dónde está el delito?, ¿dónde está el dinero que se llevó Parrilli o algún otro imputado? No existe delito y este juicio no tiene sentido”, insistió el senador.
El Tribunal Oral Federal número siete inició hoy el proceso por una supuesta defraudación cometida porque el dinero pagado en concepto de adelanto nunca volvió a la Secretaría General –que ocupaba el funcionario- porque por una decisión política se desistió de la impresión.
Ante la declamada ausencia de delito, el abogado de Parrilli, el ex jefe de gobierno porteño Aníbal Ibarra, planteó la nulidad del juicio, pero la moción fue rechazada.
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También fueron desestimadas las críticas que Parrilli formuló contra uno de los integrantes del tribunal, Germán Castelli, uno de los jueces trasladados por decreto del ex presidente Mauricio Macri.
“Yo, como senador, no voté su pliego para este tribunal. Usted no debería estar juzgándome”, disparó Parrilli.
Castelli le preguntó si lo iba a recusar, pero el abogado Ibarra lo negó y limitó el cuestionamiento a una cuestión que está todavía a resolución de la Corte Suprema.
“Yo soy un juez de la Constitución”, reivindicó Castelli.
Parrilli atacó el auto de elevación a juicio, firmado por el fiscal Carlos Rívolo, quien en un párrafo de la acusación sostuvo que “el interés público (para la publicación del libro) no estaba debidamente justificado”.
“¿Quién es el fiscal Rívolo para juzgar si políticamente estaba o no justificado el libro? El pez por la boca muere. A Rívolo no le gustaba lo que hicimos en nuestro gobierno, pero él está para señalar si se cometieron delitos, no para opinar de política. En todo caso, eso lo juzga la ciudadanía con su voto”, insistió Parrilli.
El tribunal, integrado además de Castelli por Enrique Méndez Signori y Fernando Canero, tiene previsto desarrollar el debate oral en el que también están imputados otros ex funcionarios, entre ellos la ex titular de la Casa de la Moneda Katya Daura; Javier Grosman, ex director de la Unidad Ejecutora Bicentenario, y Matías Njirjak, ex jefe de Gestión Institucional del área de Relaciones con la Comunidad de la Casa de Moneda.
El lunes próximo será el turno de la indagatoria de Daura.