En marzo, los usuarios del tramo local del festival Lollalooza tendrán la oportunidad de ver y escuchar a Leonardo DiCaprio, pero no actuando o hablando de sus famosas películas sino dando un largo y tedioso discurso pro ambiental que no ahorrará críticas a las posiciones defendidas por el primer presidente libertario del mundo, Javier Milei y sus seguidores críticos de la agenda ambiental promovida por las organizaciones multilaterales, como la ONU, la OMS y cientos de fundaciones respaldadas por los principales magnates del mundo que suelen participar, por ejemplo, del Foro de Davos.

El sitio oficial Re:Wild, una Organización no gubernamental (ONG) que lidera Leo DiCaprio, aseguró que el artista llegó a un acuerdo con Lollapalooza a nivel global para promover una agenda de hábitos sustentables.

En su discurso hará mención al cambio climático y a las consecuencias que el accionar humano tiene sobre la naturaleza fundamentándose en los miles de papers académicos que se han escrito al respecto pero que no hacen alusión a otros estudios de expertos que derriban las teorías dominantes en materia ambiental al punto de catalogarlas como una farsa.

En los EE.UU. la polémica es inmensa principalmente por el descreimiento activo que profesa Donald Trump y sus seguidores del partido Republicano acerca de las consecuencias del cambio climático.

La comunidad artística de Hollywood, a pesar de sus millones y de verse notoriamente beneficiada por las prácticas capitalistas de producción, suele enrolarse en posiciones cercanas al socialismo que les permita transmitir ideas de compromiso social.

Si bien hay notorias excepciones a esta regla, Leonardo DiCaprio se apega a la ortodoxia y comparte cartel en la defensa de la Agenda 2030, con personalidades como: Mark Ruffalo, Mark Hamill, John Cena, Emma Watson, Arnold Schwarzenegger y Cate Blanchett.

Son parte de una “realeza del pensamiento” que difunde supuestas causas nobles a pesar que muestran innumerables acciones que van contra su prédica.

Pretender que Leonardo DiCaprio llegue a la Argentina para participar de la edición local del Lollapalooza en un vuelo regular de Aerolíneas Argentina es ciencia ficción pura y dura del tipo Inception de Christopher Nolan.

DiCapio llegará al país en un lujoso jet privado que despide una masiva huella de carbono, que es el índice por el cual los ambientalistas juzgan a las personas. Se trata de la referencia que calcula cuanto contamina un individuo por día.

En vuelos comerciales, las emisiones del avión se distribuyen entre los cientos de pasajeros. En cambio, los vuelos en jet privado tienen uno de los mayores consumos de combustible y emisión de gases de invernadero per cápita, y Di Caprio lo usa para todo.

Por otra parte, organizar cada edición de Lollapalooza no es inocuo en términos de contaminación así como DiCaprio no es la única “estrella” del momento que llega en vuelos privados.

“En casa de herrero, cuchillo de palo”. El viejo refrán español sigue teniendo vigencia cuando se toma nota de como contaminan los famosos que se rasgan las vestiduras por la polución ambiental producto de las actividades humanas para su desarrollo.

Los datos mundiales son contundentes. El 1% de la población humana tiene la responsabilidad de la mitad de las emisiones asociadas a los vuelos. Los participantes del World Economic Forum en Davos, Suiza pueden dar fe de ello.

La compañía británica Yard elaboró una clasificación de los famosos que más usan aviones privados y, por consiguiente, más contaminan.

Para ello, se ha basado en los datos de Celebrity Jets, un bot creado por un estudiante de programación que, a través de una cuenta de Twitter, expone la huella de carbono de los principales personajes públicos

Según Yard, las celebridades han emitido un promedio de 3.376 toneladas de emisiones de CO2 en lo que va de 2022, 482 veces más que el promedio de emisiones anuales de cualquier ciudadano.

Si bien la lista no es concluyente y no releva a todos los artistas y músicos que están girando por el mundo, bastará un sólo ejemplo para observar el doble discurso.

La cantante Taylor Swift, que llenó River en tres oportunidades en noviembre pasado, es una de las celebrities que más contaminan.

Por sus vuelos privados, a los que habría que sumar aparte la logística de luces y escenografía que se incluye en la organización de los recitales, se emiten cerca de 8.293 toneladas de CO2 desde comienzos de 2022, 1.184 más que el promedio.

La artista estadounidense habría realizado 170 vuelos, con tiempo de vuelo promedio de apenas 80 minutos. Entre ellos, destaca uno de apenas 36 minutos entre Missouri y Nashville.

Lo cierto es que, en marzo, Lollapalooza Argentina prestará su tribuna en un discurso anti Milei.