El empresario Lázaro Báez, condenado a 12 años de prisión en 2021 por lavado de dinero en el caso conocido como la "Ruta del Dinero K", volvió a Santa Cruz para cumplir con una prisión domiciliaria. 

La Justicia le otorgó permiso para que cumpla la condena en El Calafate luego de haber estado en una casa en el conurbano bonaerense.

La causa investigó la salida y reingreso al país de aproximadamente 55 millones de dólares de origen ilícito, vinculados principalmente con la obra pública en Santa Cruz y otros delitos económicos. 

El fallo determinó que Báez y sus colaboradores utilizaron una compleja red de sociedades pantalla y cuentas bancarias en el extranjero para blanquear el dinero. 

Austral Construcciones, su empresa insignia, jugó un papel central en estas maniobras, siendo utilizada para la compra de bonos y otros activos que permitieron reintegrar los fondos al sistema financiero argentino con apariencia de legalidad.

Además de la condena de prisión, Báez fue multado con 480 millones de dólares y se ordenó el decomiso de más de 61 millones de dólares, así como otros activos. 

Báez y su hijo Martín Báez compartieron pabellón en el penal de Ezeiza.

 Estas acciones y sentencias han tenido un impacto significativo en los juicios relacionados con Cristina Kirchner, quien también enfrenta acusaciones de favorecer a Báez con contratos de obra pública durante su mandato.