El problema económico de la Argentina es de origen profundamente político
Alberto Fernández cree, y esto es realmente grave, que los problemas que tenemos son del crecimiento de la economía. Pero en realidad es un problema absolutamente distinto.
El problema económico de la Argentina es de origen profundamente político. El Presidente Alberto Fernández ha hecho un muy mal diagnóstico de la situación internacional y de la economía local y, al mismo tiempo, ejecutó de una forma lenta y muchas veces torpe. Esto ha desatado una crisis de magnitud pocas veces vista, mucho más parecida a la hiperinflación que a la crisis de 2001.
Alberto Fernández cree, y esto es realmente grave, que los problemas que tenemos son del crecimiento de la economía. Pero en realidad es un problema absolutamente distinto: híper emisión, un sobredimensionamiento del Estado -Fernández ha querido gobernar con 21 ministros cuando, no lejos en el tiempo, otro presidente peronista, Carlos Saúl Menem, gobernaba con nueve ministros-, incrementó el gasto público de una forma realmente desaforada y no ha interpretado la necesidad de una salida para los sectores más postergados de la sociedad.
La presencia de Sergio Massa al frente de la política económica tiene una limitación importante: no controla todas las palancas del poder. Controla lo que controlaba Domingo Cavallo durante al Gobierno de Menem, pero con una dificultad importante. Si bien Fernández no ha hecho nada por gobernar adecuadamente, sí ha hecho y puede volver a hacer metidas de pata en materia política y de política exterior -ahora está pendiente el famoso conflicto del avión y el reclamo de EEUU de un lado y de Venezuela del otro-. La vicepresidenta estuvo ausente, y tampoco estuvo Máximo Kirchner en el acto de asunción de Massa.
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En consecuencia, el diagnóstico ahora se acerca mucho más a la realidad. Pero sigo viendo un déficit de poder político que puede ser subsanado, aunque ahora existe, y una dificultad objetiva en los planes planteados por el ministro Massa que es como lograr una reestructuración de 7 mil millones U$S de las reservas. Porque aparentemente él piensa en tres formas de incrementar nuestras reservas hoy inexistentes -hoy no tenemos reservas de libre disponibilidad-.
Primero, con un aporte que viene de la exportación de los productos almacenados por el sector agropecuario, que no va a exportar si no le dan un precio, un valor del dólar que recibe que resulte remunerativo y que no lo lleve a la situación de que cuando tiene que arreglar una maquinaria, arreglar una goma, conseguir gasoil o productos para la próxima siembra, lo tenga que pagar con un dólar mayor que lo que le paga el Estado -que hoy es entre 90 y 130 pesos- frente a unos casi 300 pesos por dólar en cada caso por los productos que tiene que comprar cuando tiene que ir a buscar soluciones para su propia estructura económica.
El segundo lugar donde Massa afirma que va a buscar fondos es en el BID, el Banco Mundial y, quizás, en fondos qataríes o saudíes. En el Banco Mundial y BID va a tener grandes dificultades. Porque, en un año electoral, Estados Unidos a un Gobierno que se lo ve tan fuera de la órbita de Washington, más cerca de Teherán y de Caracas, va a tener, ya lo han planteado los senadores republicanos, dificultades con el Departamento del Tesoro que tiene que opinar sobre esos dólares y, como dice el senador Marcos Rubio, muchos son provenientes de los contribuyentes norteamericanos.
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En el caso de los fondos saudíes y qataríes, la gran pregunta ahí es a qué tasa nos van a prestar y con qué garantías. Porque si en el Mercado hoy Argentina tendría que estar pagando el 37% anual en dólares por el dinero, por qué los saudíes y los qataríes nos van a regalar nada y, en consecuencia, qué nos van a pedir a cambio de garantizarse el repago en un país que ha defaulteado tantas veces.
Tengo la opinión de que la Argentina puede salir de esta crisis porque efectivamente estamos en condiciones de ofrecerle al mundo lo que necesita: gas, petróleo, alimentos, litio. Pero tenemos que tener garantías -el Mundo tiene que tener garantías- de que hay una conducción política que hace un buen diagnóstico y que sabe a dónde va.
*Carlos Ruckauf, ex vicepresidente de Carlos Saúl Menem y ex gobernador de la provincia de Buenos Aires entre 1999 y 2002.