“Ningún policía ingresa a la institución para matar ni para ser asesinado” sostuvo el ministro de seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, en una mesa de discusión realizada en la Jefatura de Gobierno convocada por la oficina de Coordinación del Plan Estretégico (UCPE), el pasado jueves 6 de octubre, donde se analizó la utilización de las denominadas armas menos letales por parte de la Policía de la Ciudad.

Desde luego que, dentro de ese arsenal de menor letalidad, se hallan las pistolas Taser, un arma que, al ser disparada por un efectivo policial, arroja dos dardos con electrodos en forma de arpón que se clavan en el agresor o individuo al que se apunta. Los dardos tienen un cable conductor conectado a la pistola que produce una descarga eléctrica que dura tanto como el tiempo que el oficial mantenga apretado el gatillo.

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La respuesta de las Taser genera, en el individuo impactado, hasta 19 contracciones musculares por segundo, lo que termina por inmovilizarlo y permitir su arresto sin poner en riesgo su integridad física.

Defendida y objetada en similares medidas, las pistolas Taser, fueron adquiridas por el Ejecutivo porteño pero D’Alessandro acusó a la administración de Alberto Fernández de impedir su ingreso al país por una cuestión ideológica.

En el encuentro también participaron, Carolina Fernández Blanco, Coordinadora del curso “Bases para una legislación racional”; Guillermo Iglesias Giuliano, Exdirector de Operaciones Especiales de Seguridad Aeroportuaria; y Federico Soñora, fiscal a cargo de la UFI Nª 4 de Moreno (Provincia de Buenos Aires), el Diputado Nacional, Ricardo López Murphy y el director del UCPE, Yamil Santoro.

El fiscal Soñora aseguró que “continuar con la policía que utiliza los cartuchos de 12”, con balas de gomas, porque es lo que siempre hicimos, está generando un costo enorme. Estamos en el siglo XXI y las balas de gomas se utilizaban en las manifestaciones europeas y estadounidenses en la década del ‘50 del siglo pasado en las manifestaciones de entonces. Es una necedad argumentar que, un arma no letal, porque es nueva, no se puede implementar o que se exprese, que se trata de una herramienta costosa”.

Con respecto a las comparaciones entre una escopeta calibre 12”, de amplia difusión en todas las policías en el país, que disparan balas de caucho, con nuevos armamentos no letales, similares a una pistola Taser, el fiscal Soñora, explicó, “mientras que las escopetas producen heridas en piernas, brazos, las nuevas armas menos letales, que al igual que las otras no se deben descargar en el rostro de una persona, no penetra la piel y al descargar un montón de energía puede frenar a una persona armada con un cuchillo, por ejemplo” u otras situaciones.

“Se puede disparar desde una escopeta calibre 12. Dentro de una cartuchería para calibres 12, existen nuevos dispositivos debidamente protocolizados por Naciones Unidas”, aseguró el funcionario  judicial.

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El legislador nacional, Ricardo López Murphy aseguró que impulsará un debate en el Congreso y afirmó que “la abundancia de prejuicios ideológicos no nos ha permitido entender de manera inteligente los dilemas que tenemos. Y son dilemas intensos en la necesidad de mantener el orden público. Naturalizamos el desorden y eso le crea a nuestro país un retroceso enorme”.

Para la analista en cuestiones de seguridad y derechos humanos, Carolina Fernández Blanco, es necesario precisar cuáles de las armas menos letales serán utilizadas en el futuro. “En términos generales no hay una razón para estar en contra de las armas menos letales. Este es un debate que nos debíamos, que está bien tener porque es un debate innovador, pero que en realidad estaba postergado. Porque hace muchísimo tiempo que convivimos con este tipo de armas. Se trata de una cuestión de cómo regulamos y que consensos podemos alcanzar”.

En ese sentido, Guillermo Iglesias Giuliano, con pasado en la seguridad aeroportuaria afirmó, “...hay muchas opciones hoy, que se ha entendido en el resto del mundo que son necesarias, con toneladas de evidencia de casos de éxito, dónde se implementan dispositivos como estos y todos pueden contar la historia”.

El ministro de Seguridad porteño Marcelo D'Alessandro, señaló “es increíble que en la Argentina donde se han debatido temas conflictivos como la despenalización del aborto, hay temas trascendentales, que hacen a la cotidianeidad, que no las podemos debatir como la ley penal juvenil, la ley de salud mental o la ley de uso de armas de baja letalidad. Es el momento de defender estas herramientas que permitirán cuidarnos y no ponernos en peligro”.