El Gobierno porteño defendió el operativo de seguridad montado en la esquina de Uruguay y Juncal, donde vive la vicepresidenta, Cristina Kirchner, y subrayó que "el vallado va a estar el tiempo que sea necesario" en el lugar.

"Vamos a ser firmes para que el barrio recupere la tranquilidad", sostuvo el jefe de Gabinete de la Ciudad, Felipe Miguel, al ser consultado sobre la polémica generada en torno a las vallas instaladas en el barrio de Recoleta.

En declaraciones a TN, el referente del PRO aclaró que "el vallado va a estar el tiempo que sea necesario" montado frente al domicilio de la titular del Senado, que en la última semana se convirtió en una suerte de lugar de peregrinación para la militancia kirchnerista que concurrió a respaldar a la ex presidenta.

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Felipe Miguel afirmó que el Gobierno porteño "tiene la responsabilidad de garantizar el orden público y que no se altere la vida de los vecinos del barrio".

En ese sentido, el funcionario de la Ciudad se refirió a las quejas de los vecinos por la movilización en la zona y señaló que hubo "batucadas, ferias, ruidos hasta las 2 de la mañana y hasta fuegos artificiales".

El ministro coordinador porteño señaló que el operativo de "limpieza y control" que se montó en Uruguay y Juncal "es una de las herramientas" con que cuentan para "ir disuadiendo" a los manifestantes e insistió: "Lo que no se puede hacer es alterar la vida a la gente".