Si bien los tiempos apremian y hay apuro del oficialismo en tratar el miércoles 2 de octubre el proyecto de Boleta Única de Papel (BUP) en el recinto junto a Ficha Limpia, no queda claro cuál será el camino a seguir. 

Hay dos opciones abiertas: aceptar los cambios del Senado, o bien insistir con el proyecto original que había salido con media sanción de la Cámara de Diputados y permitía tildar el casillero de voto a lista completa.

El PRO no tiene dudas sobre qué camino tomar: quiere rescatar la versión de Diputados, que adopta el modelo cordobés, más beneficioso para los partidos con representación nacional.

“Con el otro modelo, hay gente en la provincia de Buenos Aires que va a dejar muchas categorías en blanco. Nadie se va acordar de votar a los consejeros escolares. Toda la vida hubo arrastre de unas categorías a otras”, fundamentaron altas fuentes parlamentarias del partido amarillo a las que Noticias Argentinas tuvo acceso.

Los partidos provinciales que no tienen candidaturas nacionales, en cambio, no pueden hacer uso de la opción boleta completa y los ponen en condición de desventaja.

Es por eso que se aferran a la sanción del Senado, que se basa en el modelo mendocino, y le recuerdan al oficialismo que fue gracias a los votos de la rionegrina Mónica Silva (quien propuso el dictamen alternativo) y de los misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas Decut que se logró destrabar el empate que mantenía estancado el proyecto en la Cámara alta.

Estos partidos provinciales ayudaron al Gobierno con el compromiso de que se iba a defender en Diputados el proyecto de Boleta Única del Senado, sin el casillero de voto a lista completa.

En este contexto, el Gobierno se encuentra en un laberinto de difícil salida, ya que debe optar entre honrar los compromisos con los partidos provinciales, que en el Senado son aliados indispensables pero no así en Diputados, o bien buscar un acuerdo de cúpula con su principal socio, el PRO.

El oficialismo deberá calcular cuál de las dos alternativas conlleva un menor costo a pagar. Si privilegia una negociación con el PRO, podría empezar a olvidarse del apoyo de los partidos provinciales en el Senado, a menos que los compense muy generosamente de otra forma, por ejemplo a través del Presupuesto. 

El panorama debería estar más clarificado la semana que viene. El presidente de la comisión de Asuntos Constitucionales, Nicolás Mayoraz, está en línea directa con la Casa Rosada para trazar la estrategia, mientras continúan las conversaciones informales con el PRO.

En el bloque del partido fundado por Mauricio Macri, son dos las figuras clave. Uno es naturalmente el jefe de la bancada, Cristian Ritondo, que lleva la voz política del espacio. 

Y la otra es Silvia Lospennato, una de las impulsoras junto a la radical Carla Carrizo de la media sanción del 2022 en Diputados y es la referencia fuerte en materia de reforma política y electoral.

Si el oficialismo decidiera levantarse de la mesa de negociaciones y respetar la media sanción del Senado, desde el PRO no descartan buscar un acuerdo con Unión por la Patria, al que también le conviene que exista la opción de voto a lista completa.

Si bien el kirchnerismo votó en contra de la Boleta Única de Papel en ambas cámaras, ahora es otra la discusión y el rechazo a la iniciativa no estará en el menú en la sesión. 

Se deberá optar entre el modelo cordobés de Diputados o el mendocino del Senado, pero de una u otra forma la BUP será ley. 

Por eso desde el PRO se esperanzan con que su adversario de siempre, el kirchnerismo, podría ayudar a hacer causa común de manera excepcional.

En el bloque de la UCR hay divisiones, aunque una mayoría estaría también de acuerdo con insistir con la media sanción de Diputados, que incluía la opción de voto de boleta completa.