El diputado nacional de la UCR por Entre Ríos Rodolfo Galimberti notificó hoy su renuncia a las autoridades de la Cámara baja y en la próxima sesión jurará para asumir en su lugar Nancy Ballejos, quien engrosará las filas de la bancada del PRO.

El cambio perjudica al radicalismo, que pierde una banca, y beneficia al bloque que preside Cristian Ritondo, que de esta manera crece a 38 integrantes y se despega de La Libertad Avanza, que con la salida de Lourdes Arrieta quedó reducida a 37 representantes. 

Así las cosas, la bancada amarilla se consolida como segunda minoría detrás de Unión por la Patria, que encabeza holgadamente con 99 miembros.

Este movimiento se gestó a partir de una propuesta del gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, a Galimberti para que ocupe una silla en la comisión técnica que administra la represa Salto Grande. El radical lo pensó largamente y finalmente aceptó.

Con esta jugada, Frigerio fortalece su liderazgo en la provincia, ya que logró una alianza con el dirigente radical que lo enfrentó en las elecciones de 2021 y 2023.

Galimberti era el último referente de Cambiemos que a nivel provincial seguía ofreciendo resistencias a su conducción. Con el cargo en la administración de la represa, logró que el radical deponga sus armas y se ordene detrás de su esquema de poder.

Ballejos, de 35 años y oriunda de Chajarí, decidió que se integrará al bloque del PRO y no a Encuentro Federal, para completar el mandato de Galimberti hasta diciembre de 2025.

Si bien esta opción era la más probable, tampoco era del todo obvia, dado que Frigerio tiene a dos diputados nacionales que le responden distribuidos en ambos bloques. 

Mientras que Ana Clara Romero integra las filas del PRO, Francisco Morchio es parte de Encuentro Federal, la bancada que preside Miguel Ángel Pichetto. 

Ahora Frigerio tendrá influencia directa sobre tres diputados nacionales, otro efecto efecto positivo que se desprende de la renuncia de Galimberti.

Este último es muy cercano a Facundo Manes, quien armó una suerte de sub bloque de poder interno crítico a la conducción de Rodrigo de Loredo y de las posturas de colaboración directa con el Gobierno nacional. 

La salida de Galimberti debilita al neurocirujano, quien busca reforzar un armado para disputar la provincia de Buenos Aires.