El diputado nacional de la UCR Martín Arjol, uno de los cinco radicales que cambiaron el voto y rechazaron el proyecto de ley de movilidad jubilatoria a contramano de su bloque, sostuvo hoy que “si el partido debe tomar la decisión de expulsarlos, que la tome ya”.

La mención del misionero ocurre luego del pedido de once diputados nacionales de la UCR al presidente del bloque, Rodrigo de Loredo, para que se arbitren los medios necesarios para desplazar a los cinco rebeldes del espacio.

Además de Arjol, en esa situación se encuentran Luis Picat, Mariano Campero, Mario Pablo Cervi y José Federico Tournier, quien no solamente votaron en consonancia con el Gobierno y en abierta contradicción con lo que ellos mismos habían votado en la sesión del 5 de junio, sino que en la víspera fueron a la Casa Rosada a fotografiarse con el presidente Javier Milei. 

Al defenderse de las acusaciones de sus propios correligionarios, Arjol cuestionó que “en el radicalismo pareciera que hay radicales de primera y de segunda, y que a algunos, como somos del interior, nos pueden hacer esto”.

“A mí me parece raro cuando veo que los mismos que me quieren echar, hace dos años tenían otro bloque”, apuntó sobre el sector de Evolución, que tiene terminal política en el senador Martín Lousteau y el ex diputado Emiliano Yacobitti.

Según dijo, la determinación de votar junto al Gobierno a espaldas de su propio bloque fue una “decisión difícil” tanto para él como para sus cuatro pares.

El misionero negó que haya habido un “toma y daca” con el Gobierno, y aseguró que tomaron ese camino “con convicción” de que era lo correcto.

“Lo hicimos con convicción. Yo creo que desde aquella primera aprobación al día de ayer hay hechos nuevos, como el veto, el equilibrio fiscal que ha demostrado una baja consistente de la inflación, y finalmente la reunión con el presidente en donde se dio una charla distendida en materia de economía”, justificó.

Según reveló el misionero, en ese encuentro Milei les aclaró que “de ninguna manera” tenía “animosidad con los jubilados”.

"´Lo que yo necesito es lograr el equilibrio fiscal’, nos dijo”, reveló Arjol.

“Yo no tengo nada contra los jubilados, mis dos padres son jubilados, me encantaría que no solo ganen 300.000, sino que ganen 600.000, pero el tema es cómo lo hacemos. Si lo hacemos al modelo kirchnerista, lo único que hacemos es darle a la maquinita y le vamos a meter plata por un bolsillo y le vamos a sacar por otro”, completó reproduciendo lo que les dijo el jefe de Estado en Casa de Gobierno.