Un “elemento sospechoso” fue detonado hoy en la manzana en la que se sitúa el Palacio de Tribunales ante el temor de que se tratara de una bomba, pero la policía de la Ciudad comprobó que no había explosivos sino un maletín que probablemente haya olvidado un abogado en un local comercial.

El episodio, que ocurrió a las 14.40, interrumpió el tránsito sobre la calle Uruguay, entre Lavalle y Tucumán, y llamó la atención de los transeúntes cuando el paquete fue detonado por la Brigada de Explosivos.

El “elemento  sospechoso” fue hallado en el interior de una confitería y panadería llamada Las Delicias y se trató de un “paquete oculto detrás de una heladera”.

Los efectivos desalojaron el comercio y establecieron un perímetro de seguridad, tras lo cual constataron que se trataba de un maletín de los que suelen utilizar los abogados para llevar sus papeles.

Los policías aplicaron el “protocolo con detonación controlada en vía pública, certificando que el paquete sospechoso no era un artefacto explosivo y se trataba de un maletín con elementos personales”, precisaron partes oficiales.

Fuentes de la Corte Suprema informaron que el despacho del presidente del tribunal, Horacio Rosatti, da a la calle Uruguay y oficinas de la vocalía de Juan Carlos Maqueda también, aunque en un sector alejado de donde apareció el paquete.

La Brigada de Explosivos estuvo a cargo del inspector Pablo Pastor, en tanto que también intervino en el operativo un móvil de la Policía de la Ciudad, a cargo del mayor Albino Villalba.

“Realizaron una detonación controlada, arrojando NEGATIVO explosivo. No surgiendo  novedad alguna,  retirándose hace instantes las partes de las inmediaciones en absoluto orden”, precisa el parte policial.

La causa judicial quedó a cargo del juez federal Ariel Lijo, con intervención del fiscal Carlos Rívolo.