La Cámara Federal de Casación confirmó la reapertura de la investigación por la muerte del obispo Carlos Ponce de León, ocurrida en 1977 –en plena dictadura- y catalogada como un accidente, pese a las presunciones de que, en realidad, se trató de un homicidio.

Los camaristas Gustavo Hornos, Javier Carbajo y Mariano Borinsky rechazaron un planteo de la defensa de Luis Antonio Martínez, condenado por “homicidio culposo”, contra un fallo de la Cámara Federal de Rosario que reabrió la investigación.

El tribunal rosarino consideró “cosa juzgada írrita” a la sentencia dictada por el Juzgado Departamental de San Nicolás, que consideró que la muerte de Ponce de León fue accidental.

En febrero de 2020, la fiscalía de primera instancia pidió la reapertura del expediente, cerrado cuatro décadas atrás, porque nuevos elementos de prueba indicaban que el religioso había sido víctima de un homicidio como parte de la represión de la dictadura.

La Casación  valoró que la reapertura de la investigación “se fundó en el análisis de la prueba colectada a la luz de los lineamientos emanados de la jurisprudencia nacional e internacional tal como la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos”.

Ponce de León, por entonces obispo de San Nicolás, murió el 11 de julio de 1977, cuando su auto chocó con una camioneta en la Ruta Nacional 9.

El religioso era víctima de amenazas y operaciones de inteligencia por su defensa de detenidos por razones políticas.