Cristina no necesita a los medios para provocar odio
¿No será que Cristina, en su admirable histrionismo, transmite ese odio sin necesidad de los medios de comunicación?¿Cuándo fue que olvidaron que la política es más persuasión que extorsión?
La situación está más o menos así: la Vicepresidenta, la figura más poderosa de la política nacional, sufrió un intento de asesinato, transmitido en directo por la televisión, pero más de la mitad de los argentinos —si creemos en la rigurosidad de las encuestas que se están difundiendo— piensa que fue un invento, una truchada, en términos porteños.
Por ese motivo, y aunque los medios de comunicación incorporaron sin fisuras la hipótesis que sigue la Justicia, el oficialismo no logra aprovechar políticamente el atentado. Por ejemplo, la consultora Trespuntozero reveló que para casi la mitad de los encuestados —45,3%— empeoró la imagen de Cristina Kirchner, mientras que mejoró para un módico 11,2%.
En consecuencia, si hubiera elecciones y ella se presentara como candidata presidencial, hoy Cristina sacaría menos votos que antes del ataque.
La reacción del oficialismo es bastante obvia: la culpa de eso la tienen los medios de comunicación y los periodistas “de la oposición”, que no dejan de inocular odio en la población.
Pero, si se pusieran a pensar en frío, surgiría una hipótesis más inquietante para ellos de cara a las próximas elecciones: ¿no será que Cristina provoca amor entre sus fieles, pero también odio en otro sector de la población que es más numeroso que el anterior? ¿Y no será que Cristina, en su admirable histrionismo, transmite ese odio sin necesidad de los medios de comunicación?
Antes que los fanáticos me impugnen con generalidades del tipo “estás acusando a la víctima del ataque” —muchaches: esas estupideces les impiden reflexionar, que buena falta les hace porque pueden llegar a perder el Gobierno el año próximo— agrego lo siguiente: impugnar a la Justicia porque la investiga por presunta corrupción, ¿creen que genera amor u odio en la mayoría de la población? Y prometer el caos, “quilombo”, “quemar la ciudad”, “si la tocan a Cristina”, ¿ustedes creen que genera amor u odio en la porción electoral que decide los comicios?
¿Cuándo fue que olvidaron que la política es más persuasión que extorsión?
*Ceferino Reato, conduce Al hueso por Rivadavia, su último libro es Masacre en el comedor.