La Cámara Federal de Casación ratificó la culpabilidad del ex militar Rodolfo Enrique Godoy, ya condenado en otros casos por delitos de lesa humanidad, en la aplicación de torturas a una pareja que militaba en Montoneros, pese a que había sido absuelto en un juicio oral.

Godoy fue considerado responsable de las torturas sufridas por Roberto Eugenio Carri y Ana María Caruso, secuestrados por un operativo ilegal en 1977 y aún hoy desaparecidos.

El ex militar fue condenado pese a que, según se desprende del fallo, no fue él quien personalmente aplicó los tormentos a los presos políticos.

El fallo, firmado por los jueces Juan Carlos Gemignani, Eduardo Riggi y Carlos Mahiques, consideró que “el imputado, debido a su rol de mando intermedio, tuvo el dominio de la organización, es decir, una posibilidad de intervenir, que aseguró la producción del resultado sin ejecución del hecho de propia mano a través del aparato de poder sobre el cual influyó”.

Godoy era el segundo jefe del Grupo de Artillería 1 de Ciudadela, del que dependía el centro clandestino de detención conocido como “Sheraton”, que funcionó en el partido bonaerense de La Matanza.

El 25 de marzo de 2019, el Tribunal Oral Federal número uno absolvió a Godoy del delito de “imposición de tormentos agravados por haber sido cometido por funcionario público,  con el agravante de haber sido cometido en perjuicio de perseguidos políticos”.

Pero la Cámara de Casación revirtió esa decisión y el 25 de agosto de 2021, en un fallo firmado por los jueces Javier Carbajo, Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, condenó a Godoy y envió el expediente al tribunal oral para que fijara la pena.

Godoy apeló esa decisión y ahora, otra sala de la Cámara de Casación, rechazó su planteo y ratificó la condena.

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Según la acusación,  “Ana María Caruso y Roberto Eugenio Luis Carri (alias ´Sarita´ y ´Coco´ o ´Cocos´), de 34 y 36 años de edad… militantes de la ´Juventud Peronista´ y de la Columna Oeste de ´Montoneros´, fueron privados ilegítimamente de su libertad, el día 24 de febrero de 1977, en horas de la tarde”.

Ello ocurrió “en el marco de un operativo represivo llevado a cabo por un grupo de personas armadas, entre los que se encontraban efectivos del Ejército Argentino y personal de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, tanto uniformados como civiles”.

Ambos “fueron trasladados a la Subcomisaria de Villa Insuperable, donde funcionaba el CCD ´Sheraton´, siendo allí sometidos a tormentos por su condición de perseguidos políticos, permaneciendo en dicho lugar hasta fines de diciembre del año 1977”.

“A la fecha –explica la resolución-, los nombrados permanecen desaparecidos”.