Confirman al juez Borinsky para revisar el sobreseimiento de Macri en la causa por el ARA San Juan
“Ciertos contactos de tipo personal por sí solos no alcanzan a sostener razonablemente el temor subjetivo expresado por las querellas”, sostuvieron sus colegas sobre las reuniones del juez con el ex presidente.
El juez de la Cámara Federal de Casación Mariano Borinsky fue confirmado para intervenir en la causa en la que debe revisar el desprocesamiento del ex presidente Mauricio Macri por presunto espionaje a familiares de víctimas del submarino ARA San Juan.
Sus colegas Guillermo Yacobucci y Diego Barroetaveña rechazaron las recusaciones que plantearon los querellantes, los abogados Valeria Carreras y Luis Tagliapietra, por “temor de parcialidad” a raíz de las reuniones del juez con Macri con el supuesto fin de jugar al paddle en la Quinta de Olivos durante su presidencia.
“Contrariamente a lo sostenido por los recusantes, debemos apuntar que no se configura en autos ninguna de las causales previstas (para la recusación), así como tampoco otra análoga que resulte atendible”, sostuvieron los colegas de Borinsky.
El ex presidente Macri había sido procesado en primera instancia por el juez federal subrogante de Dolores Martín Bava por actividades de inteligencia ilegal sobre familiares de víctimas del submarino en reuniones, misas de recordación y manifestaciones en reclamo de justicia.
LEE: Diputados sesiona con foco en Créditos UVA y Ley Olimpia
Pero la Cámara Federal porteña revocó esa medida y sobreseyó al ex jefe del Estado entendiendo que las actividades que se reputaban como ilegales eran, en realidad, medidas de seguridad propias de su investidura presidencial.
Las querellas apelaron ese fallo y le tocó intervenir a una sala integrada por Borinsky, cuyas reuniones con el ex presidente Macri supuestamente para jugar al paddle y para conversar sobre un proyecto de reforma del Código Penal generaron en los familiares de las víctimas un “temor de falta de imparcialidad”.
“Los planteos se muestran inidóneos a esos fines en la medida en que las manifestaciones formuladas – hasta aquí, genéricas y conjeturales- no indican, aportan o demuestran la existencia de motivos serios u objetivos suficientes que den cuenta de una razonable sospecha de parcialidad o temor a una actuación alcanzada por esa cualificación”, respondieron los camaristas Yacobucci y Barroetaveña.
“Ciertos contactos de tipo personal por sí solos no alcanzan a sostener razonablemente el temor subjetivo expresado por las querellas”, subrayaron.